Blanca Guambaña enseña los pasos para elaborar un sombrero de paja toquilla. Los talleres se dictan en el Economuseo de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO.
La graduación de 75 azuayos como tejedores de paja toquilla se cumplirá este viernes 15 de septiembre de 2017 en el parque Calderón, en el Centro Histórico de la capital azuaya. Ellos participaron en el tercer taller de enseñanza del tejido de sombreros y elaboración de manualidades en esta fibra natural.
Esta capacitación fue organizada por el Economuseo Municipal Casa del Sombrero, con la intención de difundir la actividad patrimonial. En los dos talleres anteriores, que se realizaron este año, ya se graduaron otras 200 personas.
El objetivo es finalizar el 2017 con otras dos capacitaciones y con 400 beneficiarios, dice el director del Economuseo, Gerardo Machado. Los talleres, que son gratuitos, duran dos meses. Los estudiantes solo aportan con la paja toquilla.
Hay tres instructoras. Una de ellas es Blanca Guambaña, quien pertenece a la Asociación de Tejedoras de Sidcay Dávalos, al norte de Cuenca. “Con paciencia, les enseñamos las diferentes técnicas para motivarlos. Tenemos aprendices y expertos, que quieren perfeccionar las técnicas y conocer sobre la moda”.
Los estudiantes aprenden cómo mojar el tallo, escoger las pajas y unificar el largo de todas. Luego conocen las diferentes técnicas de tejido. “Lo más complicado es enseñar los nuevos diseños, porque se necesita concentración para contar cada una de las pajas”, señala Guambaña.
También, aprenden a hacer otros objetos como individuales y adornos. Según la instructora, este curso les ha servido a muchas personas para tener una fuente de trabajo.
Así, por ejemplo, la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Sinincay elabora vinos de frutas y vende a USD 5 la unidad. En estos talleres aprendieron a tejer piezas para recubrir las botellas y el precio subió a USD 30.
El Economuseo Municipal Casa del Sombrero funciona en la primera fábrica de sombreros de paja toquilla de Cuenca, que se abrió en 1870. Uno de los cinco ejes de este centro cultural es incentivar la economía popular y solidaria con talleres de enseñanza de sombreros, señala Machado. Él destaca que en esta ocasión se capacitaron 14 menores de edad y la intención es preservar esta artesanía ancestral entre las nuevas generaciones.