El cambio climático no es un riesgo para el planeta, que encontrará su equilibrio a través de sequías, inundaciones, incendios, huracanes y demás desastres naturales.
El riesgo del cambio climático es para los seres vivos que habitamos este planeta.
Muchosdeestos, entre ellos los humanos, tenemos los años contados si el calentamiento global continúa al ritmo actual.
Antes de la cumbre climática que se desarrolló en noviembre pasado en Glasgow, Escocia, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, advirtió: “Estamos en un ‘punto de quiebre’ para el clima”.
En realidad, ese punto de quiebre ya lo están sintiendo algunos países, entre ellos Tuvalu, una pequeña nación en el océano Pacífico que se alista para su posible desaparición. “Nos estamos hundiendo, pero lo mismo le pasa a todo el mundo”, dijo Simon Kofe, ministro de Relaciones Exteriores de Tuvalu, en referencia al aumento del nivel del mar debido al cambio climático.
Este país tiene 26 kilómetros cuadrados, donde viven cerca de 12 000 personas. El punto más alto sobre el nivel del mar es de cuatro metros. “El peor escenario es, obviamente, que nos veamos obligados a reubicarnos y nuestras islas estén completamente sumergidas bajo el océano”, explicó Simon Kofe a BBC Mundo.
El riesgo para Tuvalu también lo tienen otros 38 Estados insulares, los cuales formaron la Alianza de Pequeños Países Insulares, que ha sido clave para visibilizar el impacto actual del cambio climático.
El aumento del nivel del mar en Tuvalu ha reducido las fuentes de agua potable y también ha bajado la productividad de la tierra, debido a la salinidad por el agua de mar. Para mitigar esos problemas se implementaron programas con cultivos que utilizan fertilizantes y tierra importada.
Un estudio de 2018, realizado por científicos de EE.UU. y Países Bajos, entre otros, señaló que “la mayoría de las naciones de atolones (como Tuvalu) serán inhabitables para mediados de este siglo”.
A la emergencia climática se ha sumado la emergencia sanitaria del coronavirus, la cual ha dejado 3,5 millones de fallecidos este año. Esa cifra supera en muertes a la malaria, tuberculosis y VIH combinadas en 2020, dijo esta semana Tedros Adhanom, director de la Organización Mundial de la Salud.
El coronavirus y sus variantes han recordado que la humanidad es muy vulnerable, al punto que ha tenido que confinarse mientras la ciencia busca un antídoto. Y pese al desarrollo de diferentes vacunas, la aparición de nuevas variantes del coronavirus muestra que el riesgo de una pandemia prolongada aún es elevado.
Sin embargo, la humanidad ha sobrevivido a diferentes pandemias, como la peste negra, la viruela o la gripe española. La primera terminó con la vida de entre 75 y 200 millones de personas en el siglo XIV, es decir, entre el 30 y el 60% de la población de Europa.
La actual pandemia está lejos de provocar un efecto de esa magnitud. Sin embargo, la falta de acciones frente al cambio climático puede cambiar ese escenario. Según la ONU, las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad también generan riesgos de nuevas pandemias, las cuales incluso pueden ser más frecuentes en el futuro.