En el país existen 170 especies de murciélagos. De ellas, 23 se alimentan del néctar de las flores, gracias a su lengua especial. En este proceso ayudan a transportar el polen de las plantas.
Los murciélagos tienen un papel fundamental en la polinización. Aunque este proceso es asociado generalmente con los colibríes y las abejas, un grupo de estos animales nocturnos se encarga de polinizar a casi 500 especies de flores en el mundo.
Las películas y cuentos de ficción han causado que estos mamíferos voladores sean temidos por las personas. A pesar de que la creencia popular es que estos animales se alimentan de sangre o son carnívoros, la realidad es que la mayoría consume insectos y hay otra gran parte que se alimenta solo de frutas y néctar.
Santiago Burneo, curador de Mamíferos del Museo de Zoología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y Coordinador Nacional del Programa de Conservación de Murciélagos, explica que existen 170 especies de murciélagos en el país y de estas, 23 son nectarívoras de la subfamilia Glossophaginae.
Estos animales se caracterizan por tener una lengua de gran tamaño que se alarga para captar el néctar de las flores. Esta tiene unos pelos que le sirven como brocha. Cuando los murciélagos llegan a la planta para alimentarse, su cabeza y su pecho se impregnan del polen, que después llevan a otra flor.
Burneo dice que las características de este grupo de murciélagos permiten que se alimenten y, al mismo tiempo, provean el servicio de polinización a la planta. Esto es similar a lo que ocurre con las abejas o colibríes. La diferencia de estos mamíferos con los otros polinizadores es que esta actividad la realizan durante la noche. Esto los ha convertido en los únicos vertebrados que logran concretar este proceso de forma efectiva en la oscuridad.
En este grupo de murciélagos se encuentran los Anoura fistulata, los cuales tienen una lengua que mide alrededor de 9 centímetros. Esta especie fue descubierta por Nathan Muchhala en Ecuador y se considera que es el mamífero con la lengua más larga en relación con el tamaño de su cuerpo.
Este murciélago se ha convertido en el único polinizador de las flores Centropogon nigricans. Burneo cuenta que las plantas involucradas en este proceso también tienen características especiales y hay muchas que se han adaptado tanto a estos mamíferos, que ahora mantienen una relación exclusiva con estos animales.
Pamela Rivero Parra, docente del Departamento de Biología de la Escuela Politécnica Nacional y parte del Museo de Historia Natural Gustavo Orcés, explica que por lo general estas flores son blancas o no tienen colores llamativos. Estas se abren en la noche, tienen un olor especial y su forma coincide con la lengua del murciélago. Esto último es necesario para que el animal no solo recoja el néctar sino que también deposite el polen.
Rivero dice que, aunque las personas los consideran animales con enfermedades, estos tienen varios beneficios para los humanos. Además de la polinización, también son dispersores de semillas y son controladores naturales de plagas. Los murciélagos también se alimentan de mosquitos que producen enfermedades como el dengue o la malaria.
En Ecuador y en el mundo, estos mamíferos deben enfrentarse a amenazas como la deforestación y la expansión de la frontera agrícola, que conllevan a que pierdan sus sitios de refugio. El uso de plaguicidas también afecta a las especies de murciélagos que se alimentan de frutas.
Burneo explica que en el país se lleva a cabo un programa de conservación que está suscrito a una red en América Latina. Como parte de este, se ha elaborado un plan con acciones de conservación concretas para cada una de las 19 especies de murciélagos catalogadas como amenazadas, así como para nueve especies casi amenazadas y 30 clasificadas como con datos insuficientes.