Una cama japonesa que se adapta al hábitat nacional

El futón no es sino una sumatoria de un sofá y una cama. O más bien, es sutil una trasformación, pues de sofá se puede convertir en cama y viceversa.
Es otro mueble que nació de la creatividad y la necesidad de los japoneses, tan escasos de espacio por lo estrecho de los inmuebles donde habitan. Un futón es una cama japonesa consistente en un armazón y un colchón plegable que permite otros usos, como el de sofá o el de tumbona. A menudo se venden en conjuntos que incluyen el colchón de futón (shikibuton), un edredón (kakebuton) y una almohada (makura). Las almohadas en el país asiático se rellenan con judías, trigo negro o abalorios de plástico; en el Ecuador esa no es una práctica común y se rellenan con espuma, algodón o algún otro material sintético, al igual que los colchones y tatamis (colchonetas). Una tienda especialista en este tipo de mobiliario, DPC Design, acaba de presentar en el mercado un nuevo diseño, que pertenece a
la línea The Futón Show. El bastidor de este mueble es de madera de seike; la colchoneta, en cambio, está rellenada con guata (algodón) prensada y forrada con lona y microfibra. Tiene dos medidas: 0,70 x 1,90 y 0,90 x 1,90. El precio por unidad varía entre USD 390 y 590.