La casona antigua donde funcionaba El rincón del café, en Eloy Alfaro y C. Nájera, está inhabilitada por los daños. Foto: Francisco Flores/EL COMERCIO
En 1998 un estudio realizado por la Universidad Católica de Guayaquil determinó que edificaciones del centro de la ciudad eran vulnerables a sismos de gran intensidad.
El proyecto denominado Radius (Herramientas de Evaluación de Riesgos para Áreas Urbanas contra los Desastres Sísmicos) señaló que el área de mayor riesgo es el centro de la urbe.
18 años después, un sismo de magnitud de 7.8 grados en la escala de Richter dejó 243 edificaciones y viviendas con daños parciales en sus estructuras.
Las fachadas deterioradas, grietas en sus paredes y vidrios rotos quedaron en varias edificaciones del centro y sur de Guayaquil, el pasado sábado 16 de abril, según el último informe de la Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG).
Un ejemplo de ello es el edificio Fénix, donde antes funcionaba la Fiscalía de Tránsito del Guayas, en Aguirre y Pedro Carbo, el cual quedó hundido y con las baldosas levantadas.
La vulnerabilidad de esta edificación ya había sido advertida en 1998 por el proyecto Radius. Este determinó que era vulnerable a riesgos sísmicos por el uso de elementos estructurales peligrosos y volados de gran longitud.
Otros factores de vulnerabilidad que el proyecto encontró en las edificaciones son la vetustez y altura de los edificios, columnas débiles, arquitectura compleja, entre otros.
Para Enrique Pita, presidente de la Cámara de Construcción de Guayaquil , existe ligereza de los propietarios quienes construyen muchas veces añadiendo pisos a las obras sin un respaldo técnico.
Según Radius, el área de mayor riesgo es el centro. Jaime Argudo, especialista que participó en el proyecto, estimó que en la zona céntrica puede haber más de 1 000 inmuebles.
La mayor parte de edificaciones, dice, tendría más de 70 años. “La estructura del tejido urbano no ha cambiado en esa zona significativamente, sino el desarrollo hacia el norte”. Otro problema, es que el centro de la ciudad se asienta en terreno arcilloso a diferencia del norte que es rocoso.