Existe una zona de Guayaquil que perdió su nombre propio y es conocida por la gastronomía que se ofrece en el lugar. Se trata de la ‘Esquina de los shawarmas’, como se conoce a la intersección de Guayacanes y Víctor Emilio Estrada, en pleno centro de Urdesa, en el norte de Guayaquil.
Este lugar es el sitio oficial de la comida árabe en Guayaquil. Todo empezó en la década de los 90, con la llegada de libaneses a Ecuador, que huían de la guerra civil que se libraba en su país.
El romance de Guayaquil con la gente de Oriente Medio es de larga data. En las primeras décadas del siglo XX llegaron muchas personas de esa región del planeta.
La migración era básicamente libanesa y se dedicaba al comercio, principalmente de telas. Fue tal su influencia en la ciudad, que miembros de esta colectividad llegaron a ocupar incluso la Presidencia de la República, la Alcaldía de la ciudad y a la jefatura del Parlamento.
Urdesa, el epicentro
Pero el negocio de la comida tiene unos 25 años en la ciudad, específicamente en Urdesa, en la ‘Esquina de los shawarmas’. Allí comenzaron a aparecer los locales con este tipo de menú.
Partían con la ventaja de que sus platillos eran conocidos. Su mérito fue hacerlos populares.
Todos los vecinos coinciden en que el pionero fue el local Malek al Shawarma, de cocina libanesa. Luego llegaron turcos, sirios y egipcios a este barrio, que se caracteriza por su oferta gastronómica y su actividad comercial.
Hoy hay una veintena de locales en la zona. Muchos han abierto sucursales en Vía a la Costa, Samborondón y el norte de la ciudad.
A la par que se multiplicaron los locales, el menú también se amplió y aparecieron los kippes, el hummus, el falafel y otros platos.
“Todos tienen una forma diferente de prepararlos”, señaló Jackson Yagual, que fue uno de los primeros ecuatorianos en llegar al negocio. Este cocinero del local Nour señala que lo importante es atender el gusto del consumidor.
Por eso es que se la versión original del shawarma de pollo se ha adaptado a los gustos del paladar guayaco. Los hay de pollo y carne de cordero, de pollo y un kippe en el interior, con papas fritas, con vegetales y sin ellos.
En los cuatro puntos cardinales de la ‘Esquina de los shawarmas’ se pueden encontrar varias recetas de este plato originario de Turquía. Cuenta la historia que nació durante el Imperio Otomano.
El shawarma va acompañado de salsa de ajo. En eso también hay variedad, ya que algunos la hacen con yogur griego y ajo, otros con huevo y ajo y hay algunos que le ponen ajo a la mayonesa común.
Adaptados y adoptados
“La comida árabe tiene buena aceptación; los ecuatorianos la han adoptado”, señala Farid. Él heredó el local de su padre y lleva dos décadas vendiendo shawarmas.
Amir, un libanés que atiende en el local Hayakel, dice que le sorprende el conocimiento que se tiene en Ecuador de la cocina árabe. Él lleva apenas tres meses en el país y vino del Perú, donde no está tan arraigado este tipo de menú.
Mariuxi Gómez dijo que le gusta la comida árabe porque es sana y ligera. “Yo me cuido y me la recomendó mi nutricionista”, aseveró.
Esta ingeniera comercial recomendó no abusar de la salsa de ajo ni la de albahaca que se ofrece como acompañante. “Una buena elección es un shawarma y un tabulé”, aseguró, en referencia a la ensalada preparada con perejil, tomate, cebolla y trigo.
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