Las nuevas tendencias, como este diseño del taller internacional Jetclass, utilizan un mobiliario utilitario y superfuncional. Los colores preferidos son pasteles, blancos, beiges, grises…
El primer dormitorio que la madre prepara para su hijo suele ser la representación del amor y cariño que siente hacia el bebé que está por llegar.
Es corriente que la futura madre piense y elabore el proyecto durante meses hasta ponerlo en obra: Entonces ya habrá reunido la cuna, la mesa de cambiar pañales, la cómoda, los juguetes que servirán para llamar su atención los primeros días, las cobijas de tonos suaves con las que quiere arroparle.
Pero a veces la madre se deja llevar por la fantasía y va más allá de lo prudente. Y reúne muebles y accesorios que quedan inservibles demasiado rápido porque los niños crecen más pronto de lo que uno se imagina. Por eso, siempre es bueno priorizar la utilización de muebles que puedan crecer conforme lo hace el infante.
Las cama-cunas son mobiliarios que entran en esta categoría y se pueden utilizar hasta los cuatro o cinco años.
No obstante, siempre hay un equipamiento básico que es insustituible en una alcoba infantil: el moisés para los primeros días; la cuna de rigor, un cambiador de pañales, una estantería para guardar la ropa, una repisa para colocar los juguetes y una mecedora que, además de servir para alimentar al bebé, le ayuda a dormir.
Stephania Correa, de Baby Lula, comenta que estos espacios deben ser lugares relajantes donde tanto la mamá como el bebé se sientan cómodos.
En su estudio se diseña mobiliario utilitario (moisés y cunas) que complementan los tonos del mueble con detalles como cobijas, colchas y más accesorios relacionados.
Los colores preferidos por Correa son los pasteles, blancos, beiges y grises.
En cuestión de materiales, la diseñadora utiliza esterilla, mimbre y maderas para los moisés y las cunas. La madera también es la preferida para otros equipamientos como las estanterías o las cómodas.
Por el contrario, el local Peekaboo, ubicado en la Plaza del Rancho, oferta piezas llenas de color y diseño. María Fernanda Rivera, de Peekaboo, comenta que sus propuestas responden a todo un concepto en diseño. Sus líneas son estéticas y funcionales. Una cuna pequeña, que se trasforma con el pasar del tiempo en una mesa, tiene un costo de USD 1 237. Todas las opciones que allí se ofertan tienen una doble función.
Esta tienda también tiene diseños ‘transformers’ que van cambiando de acuerdo con el crecimiento del niño. De 0 a 6 meses es una cuna ajustable (con alturas regulables); hasta los dos años se convierte en una cuna fija; cuando el niño quiere ‘botarse de la cuna’ se retiran los barrotes de uno de los lados para que el infante salga con facilidad y no se lastime; hasta los cuatro el mueble se convierte en una cama lateral removible y, finalmente, a los cinco, se vuelva una cama normal de una plaza.
Otro local que oferta mobiliario de niños es Deco Kids. Esta tienda trabaja en proyectos específicos bajo pedido, brindando la mejor asesoría a través de novedosos diseños.
Las cunas para bebés pueden ser simples o tener la posibilidad de acompañarlas con un cambiador o cómoda para colocar la ropa. Isabel Pérez Chiriboga, arquitecta y propietaria de DecoKids, comenta que los diseños y los precios van en concordancia con las especificaciones de cada cliente.
Otro estudio de diseño que oferta creaciones originales y muy personalizadas es Blu Lab, ubicado en Cumbayá.
Emilia Wrigth, de Blu Lab, cuenta que ellos ofertan peluches hipoalergénicos, letras en MDF y de laurel para habitaciones, lamparitas en forma de casas de pájaros pintadas a mano. También realizan diseños en vinilo para decorar las paredes de los cuartos.
En cuestión de colores no hay nada que sea considerado un evangelio. La tendencia es preferir los tonos pasteles, blancos y grises; aunque diseñadores como los de Mobels también incluyen en su menú muebles o ambientes de tonos más cálidos y alegres, como los azules, turquesas, verdes limón, naranjas y rojos.
El espacio ideal de una habitación de bebé debe considerar el mobiliario más amplias circulaciones que permitan la movilidad del chico de forma muy segura. El quid es que juegue y se movilice sin problemas.