Vista general de la cena de gala de los Premio Nobel celebrada en el ayuntamiento de Estocolmo, Suecia. Foto: EFE
El menú de la cena de gala de los Premios Nobel, uno de los pocos secretos a descubrir en una ceremonia marcada por la tradición y su precisión milimétrica, estuvo compuesto este año de una plato de caza, ciervo, y de crema de colifor con cangrejo real.
Cada año, el menú no se hace público hasta que los reyes suecos Carlos Gustavo y Silvia, el resto de la familia real y los galardonados y el resto de invitados de honor no se sientan a la mesa en el Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo.
Crema de coliflor, mosaico de cangrejo real, guisantes y coliflor marinados al limón, fue el primer plato servido a más de unos 1 250 comensales.
El plato principal se compone de lomo de ciervo rojo asado con especias, terrina de zanahorias, remolachas amarillas a la sal, cebollitas ahumadas, puré de patatas y jugo de caza.
Y para terminar, mousse y sorbete de bayas azules y zarzamoras salvajes de Gotland con panacota de azafrán y bizcocho a la mantequilla de avellana.
Entre los vinos, un Villa Cafaggio 2011, Chianti Classico; un Calvet Rérserve du Ciron 2010, Sauternes, y un Champagne Taittinger Brut Réserve.
La composición del menú ha sido este año obra del chef Klas Lindberg y del repostero Daniel Roos, quienes empezaron a trabajar en este encargo la pasada primavera probando recetas, hasta confeccionar la opción definitiva, que ha sido cocinada por 43 chefs durante cuatro días.
En el Salón Azul se instalaron 62 mesas, servidas por 260 camareros y vestidas con unos 500 metros de manteles, no menos de 7 000 piezas de porcelana, 5 400 vasos y copas y 10 000 cubiertos de plata.