El encanto de un jardín se logra con plantas como el antirrhinum, conocido como perritos o boca de dragón. Esta flor bilabiada, explica la experta Savita Wack, debe su nombre a la semejanza con la boca de un perrito, la cual se abre y cierra apretando o aflojando los lados superiores.
Es una herbácea perenne, anual o bianual, que requiere pocos cuidados. La floración es larga y en una gran variedad de colores. Hay especies erectas, rastreras y trepadoras, con alturas entre 15 y 100 cm.
Su mejor ubicación es en macetas o en el jardín, agrupada con otras plantas de pleno sol. No soporta bien el frío.
El suelo debe ser bien drenado y el riego moderado. La multiplicación es por semillas, división de su tallo subterráneo y por los botones que nacen sobre las raíces.