Como una ciudad en miniatura, el Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento (CEAR), situado en Carpuela, resalta en el valle del Chota, Imbabura. Es de estructura metálica y hormigón armado.
Las instalaciones, creadas para el perfeccionamiento de deportistas nacionales e internacionales, ocupan ocho hectáreas. La mitad es construcción y el resto áreas verdes.
El complejo incluye bloques de dos plantas para las áreas: administrativa, de residencia, comedor y cocina, atención médica, educativa y deportiva. También hay una infraestructura deportiva compuesta por coliseos de contacto, polideportivo, fuerza y fútbol sala. Además, hay un estadio de fútbol, una pista atlética, cuadrilátero de box, gimnasio de potencia, diamante de béisbol y canchas de baloncesto, de césped sintético y piscina recreativa.
El CEAR fue levantado al pie de las lomas de Carpuela. De forma rectangular, está asentada sobre terrazas en tres niveles. Para evitar que el suelo arenoso, típico del Chota, afecte a la infraestructura se estabilizaron las terrazas con muros de hormigón armado y ciclópeo, explica Ítalo Córdova, responsable del proyecto. Se usaron 2 000 m³ de hormigón.
“Buscamos una infraestructura moderna. Para ello usamos tecnología de punta, como el aluminio perforado, que tuvimos que importarlo, en las fachadas”. En las fachadas de los edificios las planchas de aluminio resaltan como torres y reducen el impacto del viento. El piso cubierto por adoquines coloridos contrasta con las paredes naranja y azul.
Sin embargo, predomina el gris, por el estudio de color, explica Raúl Arciniegas, fiscalizador por el Instituto de Contratación Pública. También resaltan los pasamanos de acero inoxidable, que suman protección en los graderíos y las rampas.
Las oficinas y habitaciones poseen aire acondicionado. Las segundas son espacios hasta para tres personas. Tienen capacidad para acoger a 150 deportistas y 15 atletas con discapacidades.
Entre los bloques hay espacios sociales denominados plazas. La Plaza Agrícola, por ejemplo, es en realidad un jardín en el que se han plantado especies nativas como: algarrobo, espino y níspero.