El diseño arquitectónico de la estructura tiene como determinante el paisaje circundante. Foto: AFP
Marruecos (el País del Occidente o la Tierra de Dios) se ubica en el norte de África y está separado de Europa por el estrecho de Gibraltar.
Es una nación en pleno desarrollo. Un ejemplo de este despunte es el nuevo y contemporáneo puente atirantado que acaba de inaugurar su rey –Mohammed VI- el pasado 8 de este mes, como parte del conjunto de la autopista de circunvalación de Rabat, según el portal Africa Infomarket.
Bautizado con el nombre del Rey, es el mayor puente atirantado de África, y fue construido por el grupo Cover-Mbec, subsidiario de la empresa estatal China Railway, asistida por la compañía francesa Setec.
El puente conecta a la capital marroquí, Rabat, con la ciudad noroccidental de Sale a través del río Bouregreg, informa la agencia de noticias china Xinhua.
La flamante estructura tiene un ancho de 30 metros y una longitud de 950 metros. Se trata tan solo de una parte de un proyecto mayor para redirigir el principal sistema de autopistas que va desde la ciudad mediterránea de Tánger hasta Casablanca.
La construcción fue financiada por Autoroutes du Maroc (ADM), como promotora del proyecto, y por el Banco Europeo de Inversión (BEI), pero también por el Banco Mundial. La inversión fue de USD 72 millones (puente).
El puente pende de 160 cables de acero y sostendrá un tránsito de hasta 13 000 vehículos por día a través de seis carriles, tres en cada sentido, con una arquitectura que considera el paisaje como un eje de diseño.
La autopista de circunvalación de Rabat requiere de una multitud de obras complementarias, como 16 pasos inferiores, 14 pasos superiores, siete túneles y dos pasos de peatones.