La ginger es una flor tropical que, con los cuidados adecuados, puede durar siempre lozana. Aunque es una flor muy delicada, ya que requiere de un entorno lo más parecido a su hábitat natural: temperatura suave y alta humedad. Hay que mantenerla en agua fresca y limpia, mejor a la sombra o con luz tenue. Soporta muy mal el sol directo, el intenso calor y es muy sensible al frío así que hay que tener cuidado de no poner las flores cerca de aparatos de aire acondicionado.
Aunque se llama igual que el famoso jengibre (ginger en inglés) con el que se prepara el conocido ginger ale (un refresco de jengibre), no es la flor que produce la planta del jengibre, pero sí es de la misma familia