A la ergonomía y la escala perfectas, Rayo suma la liviandad de los asientos, que permite una utilización ágil.
El diseño de mobiliario infantil es uno de los más difíciles de lograr por la escala que se debe manejar y por la resistencia a las travesuras de los pequeños que deben tener los objetos.
Por eso, diseñar un buen mueble infantil demanda de mucho sacrificio, investigación y creatividad.
Eso es, precisamente, lo que logró el taller escandinavo Labofa con su nueva colección de asientos escolares para niños Rayo.
Rayo se desarrolla en una base de una tesis de PhD sobre los muebles de escuela ergonómicos diseñados por Simon Dennehy, catedrático de la Universidad Nacional del Arte y del Diseño de Dublín, Irlanda del Norte.
El diseño y el desarrollo de la colección se realizó en estrecha colaboración con el estudio danés de diseño Hans Thyge y Co.
La silla es flexible, ergonómica y logra una estabilización perfecta de la postura del niño. Hay con ruedas y fijos. El bastidor esta elaborado con acero y el cuerpo (espaldar y asiento) con madera laminada y corcho.
Más información en https://www.labofa.com