La teja metálica gravillada de Acimco exhibe color propio y un aspecto sólido a la fachada. Fotos: cortesías IMPTEK, ACIMCO, ETERNIT, ECUAPLASTIC y archivo / EL COMERCIO
Situaciones como el clima, la ubicación geográfica, el presupuesto y la estética son determinantes para elegir la cubierta de la casa: hay metálicas, asfálticas, de tetrapack y más.
Más allá del material, el objetivo de la cubierta es que soporte la intemperie, indica Mario Ortiz, asesor de Imptek.
“Se cree que solo las cubiertas de madera requieren tratamiento, pero todos los materiales que se utilizan en la construcción deben protegerse para evitar que se deterioren”.
Las tejas vidriadas son una popular variación de las clásicas. Aquí, adornan las cubiertas de la hostería Miramelindo en Rioverde.
Para el profesional, las tejas asfálticas son una alternativa resistente. Explica que estas, además, aportan con un estilo contemporáneo a la cubierta, gracias a la variedad de colores y texturas. “Con esto el techo adquiere carácter”.
Las tejas asfálticas se colocan en techos inclinados y planos, y se logra un efecto impermeabilizante, aislamiento acústico y un alto valor estético y decorativo, asegura Ortiz.
“Son fabricadas a base de asfaltos modificados con polímeros y están diseñadas para soportar la degradación por la acción de los elementos naturales como agua, sol y viento”.
Otras soluciones constructivas son los techos ondulados, la teja residencial tradicional, los techos de PVC y de polipropileno.
Ecuaplastic procesó una fibra que sale de los cartones reciclados de Tetrapack. Esta se usa en paredes pero también en techos.
Milton Barrera, presidente de Eternit, explica que la ventaja de estas alternativas es que cuentan con una extensa variedad de colores y acabados.
Barrera dice que las cubiertas de Eternit se caracterizan por su durabilidad. Tampoco generan ruido, son fáciles de instalar y de bajo mantenimiento, ya que llegan pintadas directamente desde la fábrica, de forma industrializada.
Según el gerente de Operaciones de Acimco, Bernardo Proaño, hay algunos factores que se buscan al momento de elegir una cubierta.
Las tejas de arcilla siempre tienen acogida, tanto por su precio como por su ecología, como en este diseño de Barro Viejo, en Peguche.
Entre esos están la protección de la lluvia, el confort térmico para mantener la temperatura ideal al interior de la casa, el confort acústico para aislar el ruido, la seguridad para garantizar resistencia a elementos del ambiente y la durabilidad.
El profesional propone otras dos alternativas: la teja metálica gravillada y la permatec.
La primera se compone de un alma de acero, recubierta de galvanizado en su cara superior e inferior. El color está incorporado por medio de una gravilla de piedra natural, adherida mediante un proceso de horneado, con el que se logra un aspecto sólido.
La teja liviana es una combinación de estética, solidez, protección y durabilidad. “Ideal para todo tipo de ambientes. Trabaja de forma eficiente en ambientes severamente salinos, con total protección contra hongos y oxidación”. Además, permite ahorrar en estructura, es liviana y sismorresistente.
Las tejas de concreto también tienen un uso muy extendido. Su impermeabilidad y variedad de diseño son dos de sus bondades.
Permatec es una solución de cubierta termoacústica fabricada en UPVC (Policloruro de vinilo no plastificado). Se trata de un techo con mejor comportamiento ante los rayos UV. Además, es ecológica, reciclable, resistente y con propiedades aislantes.
Otra opción ecológica son las cubiertas de tetrapack. Ecuaplastic usa este material reciclado para la construcción de viviendas sismorresistentes y termoacústicas, lo que optimiza tiempo y recursos.