La organización espacial del edificio y sus patios animan a los niños a salir a la calle durante los descansos para jugar y moverse. Las fachadas de ladrillo visto refuerzan la cromática. Fotos:www.archdaily.com
La arquitectura educativa nórdica es, talvez, la más evolucionada del mundo actual. La manera de concebir los espacios; el sapiente uso del color y los amoblamientos; y los equipamientos heterodoxos coadyuvan para una educación de óptima calidad.
Un ejemplo de este desarrollo es la Escuela Saunalahti, emplazada en la ciudad de Espoo, Finlandia. Diseñada por el estudio VERSTAS Architects y Karola Sahi (interiorismo), esta unidad educativa de 10 500 m² es una síntesis de los conceptos de las ‘escuelas del futuro’: realizar la mayor cantidad de actividades educativas fuera de las aulas, explicó Archdaily Väinö Nikkilä, el jefe del estudio arquitectónico.
En su funcionamiento, la escuela pone especial énfasis en las nuevas formas de aprendizaje, el arte, la educación física y la colaboración. El edificio apoya estas ideas mediante la creación de espacios para la interacción en diversas escalas y atmósferas.
“Aprender y hacer con las propias manos mejora los resultados de aprendizaje”, afirmó Karola Sahi al portal www.divisare.com.
Por eso, en Saunalahti estos espacios tienen una ubicación privilegiada en el edificio. Los talleres se abren a través de muros de vidrio hacia la calle y el patio de la escuela.
Además de las clases normales, la escuela tiene un centro de día que ofrece actividades de ocio y una pequeña biblioteca, la que combina las funciones de biblioteca comunitaria y escolar. El comedor, sus escaleras y balcones ofrecen vistas al auditorio al aire libre y hacia la plaza central de Saunalahti, como si fuera un teatro griego.