El gran pórtico de piedra andesita es la entrada al interior del centro cultural; la blanca fachada es neocolonial. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO.
Dibujada en la esquina de la avenida 6 de Diciembre y Wilson está la casa. Sus fachadas encaladas y sus pórticos de andesita resaltan -como lunares blancos- en medio de un sinfín de edificios ortogonales de cristal y hormigón armado.
Sus 900 m² de construcción y 2 500 m² de jardines son muestras del más puro estilo historicista (neocolonial) y, por eso, el inmueble forma parte del listado patrimonial de Quito. Ganó, por esa razón, el Premio Ornato capitalino en 1940.
Diseñada por el Arq. Alfonso Calderón Moreno por encargo de Galo Plaza Lasso, su amigo y compañero, la casona ha tenido una existencia de relieve. Además de ser la residencia del expresidente Plaza, fue sede de la Academia Diplomática y, hasta inicios de este año, la sede provisional de la Unasur.
Hoy, luego de tres meses de trabajos de rehabilitación, la casona luce una nueva cara. Fue una intervención que, además de recuperar sus elementos arquitectónicos originales, dio a sus espacios interiores una nueva función, explica Rodney Verdezoto, quien se hizo cargo de la tarea.
¿La razón para el cambio? Pues ahora, por convenio entre las cancillerías de Ecuador y México y el Fondo de Cultura de México, se dio vida al Centro Cultural Carlos Fuentes.
Este nuevo espacio cultural, explica su director, Fabián Luzuriaga, tiene una agenda cultural diaria amplia, que incluye foros, cursos, presentaciones artísticas y teatrales, cine… Los fines de semana se realizan actividades lúdicas para niños…
Obviamente, para cumplir estas tareas de forma eficiente se adecuaron los espacios y se crearon ambientes, como una librería de libro abierto, una cafetería, una estación de trabajo modular, una ludoteca y un auditorio para 60 personas.
La decoración y el equipamiento son contemporáneos. Tienen mucho color y versatilidad para reforzar con un toque actual actividades tan de todos los tiempos, como asistir a una tragedia clásica, mirar la última película alternativa o, si lo desea, tomarse un capuchino mientras hojea uno de los nuevos libros. De 10:00 a 19:00, de lunes a viernes; los sábados hasta las 18:00.