Santiago Peralta en la cata virtual del chocolate con público europeo. Foto: Cortesía Santiago Peralta
La expansión del covid-19 afectó una de las características fundamentales de la humanidad: la socialización. El uso de herramientas tecnológicas, que permitieron el teletrabajo y la tele-educación, ayudaron en el desarrollo de las catas virtuales alrededor de los sabores del cacao fino de aroma y de la cultura vinícola.
Las catas virtuales de vino no son nuevas. Varios ‘sommeliers’ suelen acordar probar determinados vinos y luego intercambiar opiniones a través de las redes sociales. Muchos de ellos ni siquiera se conocen personalmente.
En Francia, a esa actividad se la conoce como Skypéro. El término combina la palabra ‘apéro’ -momento de la tarde reservado para compartir una bebida con amigos y familiares- con la plataforma Skype.
Según Patricia Donoso, de la Cofradía del Vino, sus catas virtuales empezaron a finales de marzo como una opción de distracción frente al confinamiento. “Empezamos a dictar cursos abiertos de introducción al mundo del vino. En abril tuvimos a 18 personas en los cursos, en mayo a 26 y en junio se inscribieron 36”, reseña.
En los cursos de este mes se inscribieron personas de Washington, Nueva York, Toronto, Miami, San Salvador y Madrid. “Hay mucha curiosidad detrás de la cultura del vino y nuestros cursos permiten vivir cada temática. Por eso nos agrada que personas de España se hayan interesado que a pesar del horario, ya que para ellos la transmisión se inició a la media noche”, explica.
En los cursos se abordan temas motivacionales, presentaciones teatrales y cursos de cocina para saber con qué productos se debe acompañar al vino. “Este viernes, Juan Fran de la Foch presentará el monólogo ‘Dime con qué vino andas y te diré quién eres’, que además generará recursos para los proyectos de la Fundación Reina de Quito”, agrega Donoso.
Imagen referencial. Las catas de la Cofradía incluyen clases de maridaje y cocina con vino. Foto: Ingimage
Para Santiago Peralta, de Pacari, la pandemia no debe limitar la creación de un terreno fértil que genere interés internacional para visitar al Ecuador cuando cese la emergencia. Los sabores representativos como el chocolate -según él- deben ser el ancla.
“Este es el momento de generar interés y enamorar con el chocolate los paladares en otros países, para que surjan esas ganas de probar más en el país donde se elaboran esos productos”, explica Peralta.
Para ser parte del proceso, se seleccionan ocho entre las 55 barras en oferta y se les hace llegar a su domicilio para la cata, que dura dos horas. Luego se escoge un horario que sea cómodo para cada persona.
Todos los sábados, Peralta realiza sus catas al público español, pero durante la semana realiza exposiciones por Zoom con gente en EE.UU., Brasil, Chile, Portugal, Francia, Dinamarca, Alemania, Suecia y Reino Unido. Tienen coordinados los envíos de las barras de chocolate a través de tiendas en las principales ciudades de esos países.
En esas catas se explica el origen del cacao domesticado en la cultura Mayo Chinchipe, que se asentó hace más de 5 300 años en donde actualmente se erige el cantón Palanda. Luego se pasa por la era cacaotera nacional de los siglos XIX y XX, hasta llegar a las diferentes técnicas de fermentación actuales y la combinación con productos como el ají, la hierbaluisa, la sal, entre otros.
Para Cristina Báez, de Chez Tiff, en pocas semanas expondrán sus clases virtuales de cocina alrededor del chocolate, para retomar su actividad que fue afectada por la pandemia. Su público en un 95% lo constituían turistas que llegaban a la capital ecuatoriana.
“De momento solo ofrecemos por redes sociales la venta a domicilio de nuestras 35 variedades de barras de chocolate, ocho variedades de tortas, bandejas artesanales de bombones y galletas”, reseña Báez sobre esta nueva normalidad.
‘Tips’
Escoja el mejor horario, acorde con su tiempo. Lo ideal es realizarlo al finalizar su jornada laboral.
Acompañe la cata con un vaso de agua, para limpiar su paladar con regularidad y distinguir cada sabor.
Limpie el olfato al oler granos de café. Esto ayudará a percibir los aromas de mejor manera para distinguir cada producto.