Mantenerse en el trabajo virtual durante un año y medio, sentada hasta 12 horas al día, ha provocado que Estephanie F. sienta molestias para movilizarse. Tiene 28 años, pero le cuesta caminar, incluso en distancias cortas. “Parece que tengo 80 años”.
El dolor que siente Estephanie en las rodillas, desde hace más de un año, se ha vuelto tan intenso que, al finalizar su jornada como asesora comercial de un ‘call center’, termina exhausta. Dice que no puede ni sentarse a jugar con su hija Ariana, de cuatro años.
La afección en las rodillas (gonartrosis) es una de las tres principales molestias que refieren las personas que acuden a la especialidad de traumatología. Aparte, están las dolencias en la espalda (dorsalgia) y hombros (lesiones), según el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Entre enero y julio de este año se han registrado en total 194 715 atenciones traumatológicas en consulta externa, emergencia y hospitalización (ver gráfico). Esto representa un incremento del 17% con relación al mismo período del 2020, refiere el IESS.
Mientras tanto, en tres centros médicos privados consultados por este Diario las atenciones traumatológicas han subido hasta en un 30%.
Para Noel García, médico traumatólogo del IESS, el aumento de atenciones de pacientes con dolencias en la espalda, rodilla y hombro responden principalmente a los cambios que ha provocado la pandemia desde marzo del 2020. “La mayoría son personas que están en teletrabajo”.
En el país, un total de 456 940 personas estaban en la modalidad virtual hasta junio pasado, según información del Ministerio de Trabajo.
Esta realidad ha obligado, precisa García, a que, en ciertos casos, la gente trabaje durante jornadas extendidas sin pausas activas, realice menor actividad física y no mantenga una posición ergonómica.
Estephanie ha trabajado, en ocasiones, desde las 08:00 hasta las 20:00. Antes de la pandemia por el covid-19, su horario era solo hasta las 16:00.
Para realizar las llamadas de los clientes, ella cuenta con una silla y un escritorio que le proporcionaron en su empresa. Pero casi no realiza pausas ni camina en la medida que lo hacía antes.
Jorge B., de 31 años, quien también se encuentra en teletrabajo, empleó durante casi un año una silla del comedor y un escritorio para laborar que no eran los más adecuados para las tareas. Debido a estas condiciones, él ha registrado fuertes dolores en la espalda.
Este cambio de hábitos entre los trabajadores ha hecho que, durante los primeros siete meses de este año, alrededor de 15 personas acudan a diario a una cita en la especialidad de traumatología en su oficina. Antes de la pandemia, llegaban 11 pacientes y, en su mayoría, era por accidentes, caídas o fracturas, explica García.
En los centros de fisioterapia se ha evidenciado también en este año una mayor afluencia de personas con dolores corporales causados por una mala postura durante el teletrabajo, por las jornadas extendidas o por sedentarismo.
“Los pacientes refieren que en los días laborables casi no tienen tiempos de descanso”, expresa Amanda Fonseca, licenciada en Fisioterapia.
Esta dinámica laboral ha influido de manera negativa -explica Fonseca- porque las personas tienen que realizar pausas activas con frecuencia para estirar los músculos.
Además, los trabajadores requieren contar con un mobiliario en casa que se adapte a su cuerpo y mantener una posición correcta.
Los especialistas recomienda no laborar con las piernas cruzadas, sentados en la cama, en la silla del comedor o en el sofá.
Para atenuar las molestias en su espalda, Jorge asistió a un centro de fisioterapia privado y, en los primeros meses de este año, empezó a usar una silla ergonómica, un escritorio y un ‘pad mouse’, que le proporcionaron en su empresa.
Estephanie decidió gestionar una cita en el Seguro Social, luego de que en los dos chequeos anteriores no logró tener una mejoría en su estado de salud. “El médico me revisó a mediados de septiembre y me recomendó hacer terapia física, pero me dieron turno para diciembre”, comenta con pesar la afiliada.
Hasta que llegue esa fecha, para aliviar sus dolores Estephanie ha optado por colocarse mentol en las piernas, aplicarse compresas de agua caliente o tomar analgésicos.