La brecha digital también tiene origen etario. Los adultos mayores suelen ser los menos favorecidos de iniciativas para el desarrollo de sus competencias digitales.
El conocimiento en las TIC es necesario para todos. En el caso de personas de la tercera edad les permite mejorar su calidad de vida y acceso a información, en especial en cuestiones de salud, seguridad y ocio; facilita la comunicación y su relación con el entorno; fomenta el ejercicio de su ciudadanía y participación social. En consecuencia, se reduce el aislamiento y la exclusión social.
Por este motivo, la Asociación Internacional de Universidades de la Tercera Edad, AIUTA agrupa las distintas organizaciones e iniciativas mundiales para la formación universitaria de adultos mayores desde hace más de 40 años.
Es una organización no gubernamental que nació en 1975 en Toulouse, Francia, con el respaldo de la UNESCO. Tiene más de 500 miembros en más de 60 países, que comparten experiencias, recursos y buenas prácticas para mejorar sus programas educativos.
Los beneficios individuales y colectivos de la educación para la tercera edad son múltiples, por ejemplo: la estimulación cognitiva, la memoria, la creatividad y el pensamiento crítico que previenen enfermedades físicas y mentales, como la depresión, el Alzheimer y el Parkinson; favorece la interacción social, la comunicación, la solidaridad, el sentido de pertenencia, la identidad local y cultural, lo que permite mejorar de la autoestima y la autonomía; amplía sus horizontes, intereses, habilidades y conocimientos y por ende genera oportunidades de participación, de voluntariado, de liderazgo y de incidencia política, social y económica.
Ahora bien, la educación para la tercera edad en temas de tecnología es un reto desafiante, pues el desarrollo de habilidades y destrezas para el uso de dispositivos, aplicaciones, plataformas y recursos digitales depende del acceso y disponibilidad a infraestructura y conectividad.
Asimismo, se requiere de capacitación y acompañamiento constante hasta que los adultos mayores tengan la confianza de usar la tecnología de forma efectiva y segura por sí solos.
En el Ecuador, varias universidades y organizaciones de la sociedad civil son parte de la AIUTA. Las que han incorporado la educación en tecnología para la tercera edad en sus programas, con el fin de responder a las necesidades y demandas de este sector de la población. Algunas de estas universidades e instituciones son: la Universidad de Cuenca, la Pontificia Universidad Católica, la Universidad Central, la ESPE, la ESPOL, la Universidad Andina Simón Bolívar, la Universidad Técnica Particular de Loja, entre otras.
Las formaciones suelen ser parte de cursos de emprendimiento para adultos mayores; así como de cursos de actualización general en los que se ofrece informática básica, internet, redes sociales, correo electrónico, aplicaciones móviles, entre otros. Asimismo, se ofrece cursos de alfabetización digital, ofimática, fotografía digital, diseño gráfico, robótica, entre otros.
Adicionalmente, existen organizaciones como REIDTIC que forma a adultos mayores en transformación digital, a través de su proyecto Misión Senior, y de la Universidad de Transformación Digital para la Tercera Edad, U3A REIDTIC.
El pasado 18 de mayo los estudiantes, adultos mayores, miembros de U3A REIDTIC, tuvieron una participación destacada en el evento oficial con el cual se conmemora el Día Mundial de Internet Latinoamérica 2024 – Edición Senior, organizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, UIT, agencia especializada de las Naciones Unidas, encargada de liderar encargado de regular las telecomunicaciones a nivel internacional y promover el desarrollo de la sociedad de la información.
En el evento de este año, que tuvo como temática “la innovación para el desarrollo sostenible”, se mantuvo la iniciativa de incluir a adultos mayores y a jóvenes en la red de expertos. Quienes presentaron las principales acciones de la Juventud con relación a las ODS. Mientras que los adultos mayores desarrollaron los objetivos de desarrollo sostenible en su relación con el contenido del pénsum de transformación digital para la tercera edad y la Agenda Conectar 2030.
Asimismo, participaron como expositores François Vellas, presidente de la AIUTA (Asociación Internacional de Universidades de la Tercera Edad), quien destacó la importancia de la educación y formación Senior a nivel mundial. Montserrat Amorós, presidenta de la U3A del Alto Palancia- Castellón, con el caso de Éxito de Estudios en Senior (U3A Alto Palancia) y Gustavo Rodríguez, Vicerrector Académico Unilatina Colombia con su Experiencia de Adultos Mayores en Formación y Turismo. Intervenciones que muestran que estas iniciativas tienen éxito y que es necesario mantenerlas.
Fomentar y difundir estas formaciones por parte de universidades y organizaciones de la sociedad civil. Generar conciencia a través de campañas de difusión. Ampliar su rango de cobertura para incluirlas, especialmente, a nivel local, a través de agendas municipales, pueden ser varias de las formas en las que más de nuestros adultos mayores puedan beneficiarse de estas iniciativas.
Coordinemos iniciativas y busquemos acciones concretas para reducir la brecha digital y permitir a nuestros adultos mayores ejercer su derecho a la educación digital.