Hay desconcierto. El panorama no hace otra cosa sino generar inquietud. Hay vÃas cerradas en todo el paÃs. El alza de los vÃveres comienza a sentirse en los hogares, afectando sobre todo, como suele ocurrir, a los menos favorecidos de una economÃa que no lleva a convalecer. En algunos lugares de la capital, de intenso movimiento en dÃas normales, asoman casi desolados. Por precaución, algunos negocios del Centro Histórico han preferido cerrar sus puertas.
Se ha instalado un temor, que no solo se encuentra en la clase alta o media, sino en varios sectores sociales. SerÃa un error creer que todo ‘el pueblo’ está con el paro porque no es cierto, como serÃa una falacia sostener que toda la clase media está en contra porque son varios de este sector que aúpan y hasta se encuentran entre los protagonistas de la movilización. Es, en el fondo, una disputa en que se expone el modelo de paÃs que quieren.
Si bien la protesta está garantizada por la ley, el paÃs requiere la recuperación, debe hacerse según las leyes y no sabotear la producción. Está recién saliendo del estancamiento económico por la pandemia, que ya venÃa precedido por una crisis y que, por cierto, se agravó con la rebelión de octubre del 2019. Perjudicar al resto de la población será contraproducente. Y, presumiblemente, aún falta que definan su adhesión algunas organizaciones sociales y la próxima semana será el paro que protagonizará el Frente Unitario de Trabajadores.
No se ve, en cambio, la voluntad de diálogo para salir de la crisis polÃtica que pone en alerta a la población. La Conaie acusa de falta de diálogo y, sin embargo, se mantiene implacable en 10 puntos de su agenda. La detención del Presidente de la organización indÃgena tampoco ayudará a que se concrete un encuentro de alto nivel. Gobierno ni Conaie dan señales de ir en esa dirección.
Mientras tanto, otra parte de la población mira cómo avanzan los dÃas, consulta por las vÃas cerradas, quiere saber si hay clases, seguir con sus vidas. Está inmersa en la inquietud, anhelando un ambiente de paz, que permita la seguridad, la posibilidad de tener, mantener o conseguir trabajo y creer en un futuro mejor.