Disfrutar las oportunidades que nos ofrece la vida
Debemos disfrutar las oportunidades que nos ofrece la vida, especialmente en lo que concierne a vivir plenamente con los seres queridos y no dejarse doblegar por las circunstancias negativas que muchas veces traen desazón y amargura. Tratar de liberarse de esas ataduras del pasado y concientizar que lo más importante es aprovechar el momento presente, que muchas veces por estar imbuidos de pesimismo nos dejamos arrastrar a instancias de nostalgia y pesadumbre.
Es necesario que nos revitalicemos y nos renovemos cada día, especialmente en nuestro interior espiritual y logremos aprovechar esos momentos que a lo mejor hemos desperdiciado por no concientizar en la importancia de aprovechar esas oportunidades que nos ofrece la vida de disfrutar con la presencia de nuestro cónyuge, hijos e hijas, nietos y nietas y quizás hasta de bisnietos si la vida nos permite.
Qué enorme felicidad nos produce la cercanía con nuestros seres queridos que con abrazos y caricias nos manifiestan su amor y escucharles decir papá o papi tratándose de los hijos o abuelo, abuelito o simplemente abue en el caso de los nietos. No podemos expresar la plenitud espiritual que sentimos con su presencia y cómo no disfrutar de esas enormes oportunidades que nos ofrece la vida, cuando todavía podemos movilizarnos sin ningún problema y estar lúcidos aún en nuestra expresión y comunicación.
Qué duro observar y advertir casos de personas conocidas que están sufriendo por problemas degenerativos de su cerebro y que están perdiendo su memoria y su lucidez o quizás también dificultades en su visión u oídos o quizás problemas en su movilización. Todo eso realmente conmueve y aterra porque muchas veces no apreciamos el que no tenemos todavía esas situaciones, siendo que siempre debemos estar conscientes de agradecer fervorosamente a Dios por su protección y cuidado y dejar de lamentarnos y sobredimensionar a lo mejor otro tipo de problemas que sí podemos solucionar.
Jim Rohn, empresario y escritor estadounidense, dijo: “La felicidad no es algo que se pospone, sino algo que se diseña para el presente”.
Hernán Patricio Orcés Salvador
A propósito de las compras públicas
El sistema de compras públicas, a pesar de ser una buena idea, fue bastante mal concebido y pobremente implementado.
Yo siempre tuve la impresión que se trata de una buena idea, pero en mi concepto no se debe confundir compras de tipo general (papelería, prendas de vestir, alimentos, etc.) con compras eminentemente técnicas.
Actualmente, en ese sistema prima la concepción de compras de tipo general, imponiendo esa idea a compras de equipos tecnológicos. Gran parte del personal que trabaja en compras técnicas no es técnico, es administrativo y burocrático, y, cuando alcanza mayores niveles profesionales, son abogados o economistas.
Existe en las instituciones estatales necesidades tecnológicas que exceden la comprensión de profesionales como abogados, auditores, economistas, quienes, por su formación, en muchas ocasiones orientan las adquisiciones exclusivamente por precios. Voy a poner un ejemplo: en una ocasión se solicitaba, por parte de un usuario, un viscosímetro automático y, el personal de compras públicas, para poner un presupuesto referencial, tomó como base un viscosímetro manual. Esto lo que hace es distorsionar las compras de equipos tecnológicos que podrían contribuir al desarrollo de nuestro país.
Lo que hace falta, como asunto de fondo, es diferenciar claramente el tipo de compras. Las que sean de equipos tecnológicos, deben ser manejadas por personal técnico, con experiencia en el campo en las mismas instituciones. Esto debe primar para todas las dependencias de las diferentes instituciones.
José M. Jalil Haas