Así está el gobierno ante los problemas de toda índole que le han caído de todo lado. Las fuerzas políticas que conforman la mayoría en la Asamblea Legislativa -Correístas, PSC, y parte de Pachakutik y de la Izquierda Democrática- están bailando en un dedo con la oportunidad creada con la denuncia sobre la supuesta red de corrupción en círculos cercanos a Carondelet.
Hay que presumir que Lasso está consciente de que las fuerzas señaladas en el párrafo anterior, más el poder extorsionador de Leonidas Iza, tienen como única meta tirar abajo el gobierno, crear el caos y hacerse del poder por cualquier vía. No estar consciente de esa realidad sería una muestra más de la carencia de olfato político habida en los casi dos años de gobierno.
Encontrarán cualquier vía para destituir a Lasso por resolución de la Asamblea – pese a que ya agotaron esta alternativa constitucional – o crearán las circunstancias aptas para que, junto con otros sectores favorables a esa alternativa, optar por la muerte cruzada, y consiguientes nuevas elecciones para diputados, presidente y vicepresidente de la República, en las cuales se harán con el poder. La baja credibilidad del presidente y la pobre calificación a su labor, facilitarían este propósito.
Lasso se salvó de su destitución en junio del año pasado con la ayuda del PSC, pero en las actuales circunstancias es poco probable que se repita.
En suma, así como la primera condición de un enfermo para que supere su dolencia, es tener consciencia de ella, y la segunda seguir estrictamente las instrucciones del médico, el gobierno deberá tener el manejo político indispensable para enfrentar este segundo intento de destitución.
PS: Si el 5 de febrero es electo alcalde un candidato de uno de los grupos identificados con la corrupción e ineptitud, la responsabilidad será de los figuretes que no obtengan al menos el 5% de los votos.