La designación de Hernán Galíndez como capitán de la Selección de Ecuador, en el reciente partido amistoso de preparación para la Copa América ante Argentina, ha generado una polémica que va más allá de lo deportivo.
Comentarios de exseleccionados como Antonio Valencia, quien cuestionó la decisión debido a que el arquero nació en el extranjero, han avivado la controversia.
Valencia, figura de nuestro fútbol, argumentó que la cinta de capitán debería llevarla un deportista nacido en Ecuador. Sin embargo, esta opinión no cayó del todo bien y desencadenó una fuerte reacción entre los aficionados.
Las redes sociales se inundaron con mensajes, en su mayoría defendiendo a Galíndez y argumentando que el cancerbero tiene los mismos derechos y obligaciones al ser nacionalizado y convocado.
Es más, las críticas de otros exdeportistas como Carlos Tenorio y Edison Méndez, entre otros, exaltaron aún más a los fanáticos.
En medio de esta discusión, desde la interna de la Selección de Ecuador se mostró un respaldo incondicional a Hernán Galíndez, quien recibió la capitanía de manos del mismo Enner Valencia, capitán insigne del combinado.
La historia del deporte ecuatoriano tiene ejemplos de atletas que, nacidos en otras tierras, han representado con orgullo a nuestro país. Futbolistas como Carlos Alberto Raffo, Gilson de Souza, Ariel Graziani, Marcelo Elizaga o el pesista Boris Burov, nacido en Rusia y nacionalizado ecuatoriano en 1993, son ejemplos notables.
Burov consiguió importantes logros para Ecuador, incluyendo preseas a escala panamericana y una participación en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.
Hernán Galíndez llegó al fútbol ecuatoriano en 2012 para jugar con Universidad Católica y obtuvo la nacionalidad en 2019. Desde su primera convocatoria por el DT Gustavo Alfaro, en 2020, ha defendido los colores de Ecuador en 19 partidos, incluyendo la Copa América, eliminatorias y el Mundial de Qatar.
La mayoría de las reacciones de los hinchas, después de la posición de algunos exseleccionados, fue de respaldo hacia el arquero. Incluso, en una encuesta realizada por EL COMERCIO, Galíndez fue escogido como el preferido para capitán de la Tricolor.
Es fundamental recordar que la Selección trasciende el ámbito deportivo; sus integrantes son embajadores del país y modelos a seguir, especialmente para la niñez. Por eso, su comportamiento y las decisiones que los rodean deben intentar reflejar valores de respeto, inclusión y unidad.
Ahora que se aproxima la Copa América, ojalá que toda esta controversia se quede atrás y al final nos ayude a avanzar como sociedad, dejando de lado conceptos que nos dividen por otros que nos cobijen y unan.