Dos productos de exportación ecuatoriana han hecho noticia en el 2014 por el gran crecimiento: camarón y cacao. Ambos se han favorecido por precios altos, pero los montos sobresalen porque sus producciones se han triplicado en la última década gracias a tecnologías desarrolladas luego de profundas crisis biológicas que las afectaron.
Ecuador es pionero en la acuacultura del camarón. Empresarios orenses establecieron a inicios de los años setenta las primeras piscinas para cultivar el crustáceo. La tecnología se fue expandiendo y sofisticando en las provincias costeras del Ecuador, luego en las del mundo entero en donde las condiciones geográfico-climatológicas lo permitían.
El país fue el principal productor mundial de camarón durante varios años, siendo superado a inicios de los noventa por mayores producciones en Tailandia, Vietnam y otros países. Gracias al desarrollo acuícola, hoy el mundo consume mucho más camarón. La mayoría es cosechada.
Gracias a este desarrollo tecnológico, el país exportó más de USD 800 millones en 1997. La ‘mancha blanca’ asoló los cultivos a raíz del fenómeno de El Niño 1997-1998 y se redujo la exportación a menos de 300 millones. Un desastre social y económico que causó desempleo, sufrimiento y emigración.
Los empresarios que sobrevivieron probaron diferentes alternativas durante años para superar la crisis. Con el desarrollo de larvas más resistentes a enfermedades y el uso de prácticas de cultivo más previsivas se han superado muchos problemas. En el 2014 se exportó el doble y casi el triple del valor que antes del desplome de fines de siglo. Este éxito no está garantizado.
Los altos precios actuales se deben a otra peste que afecta la producción asiática, por lo que hay que precaver para que este mal no dañe a la nuestra.
Ecuador fue el mayor productor de cacao del mundo en 1920. Su exportación constituía el 80% del total de la del país. Cuando los cultivos fueron asolados por la ‘escoba de la bruja’ y los precios se derrumbaron con la producción de plantaciones de colonias europeas en África occidental y el sudeste asiático, sobrevino la peor crisis económica de nuestra historia republicana.
Algunas décadas han pasado desde entonces. Recién a partir de 1990 se empezaron a plantar clones resistentes y más productivos de la famosa ‘pepa de oro’, que fueron desarrollados gracias al trabajo del técnico ecuatoriano Homero Castro. Por ello, la producción de cacao se ha duplicado. Hemos pasado de octavo al quinto puesto mundial. El alza del consumo de chocolate ha mejorado los precios y Ecuador está comenzando a exportar productos terminados.
Mejoras tecnológicas forjadas por iniciativas privadas dan buenos resultados también en otras producciones exportables y renovables: banano, flores, brócoli, balsa, teca, mango, quinua, y otras frutas, vegetales y productos de mar.