El partido entre Independiente del Valle y River Plate de Argentina generó un terremoto de emociones. El estadio Olímpico Atahualpa fue un epicentro de sensaciones, una acuarela donde se plasmó una mixtura de camisetas y colores.
La entrega de los jugadores de Independiente fue la respuesta inminente a la actitud de los hinchas del fútbol que llenaron los graderíos del estadio. Hinchas que lucieron camisetas de Ecuador, de Barcelona Sporting Club, Emelec, El Nacional, Aucas, Liga de Quito, Olmedo y Deportivo Quito; demostraron que el fútbol es una fiesta y que un país está unido.
La generosa decisión de donar la recaudación para los damnificados del terremoto solo generó aplausos de propios y extraños. Tal desprendimiento provocó que los dirigentes de los otros clubes fueran al escenario a felicitar a Michell Deller y Franklin Tello, principales directivos del club de Sangolquí. Esteban Paz, Tito Manjarrez y hasta los hermanos Mayorga, que horas antes reclamaban USD 30 000 para Deportivo Quito, llegaron a felicitar la iniciativa.
Independiente ganó a River Plate
La bandera gigante ecuatoriana se desplegó en la localidad de la general norte. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Los jugadores del Independiente del Valle previo al inicio del cotejo ante Independiente del Valle en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Los aficionados que asistieron al estadio Olímpico Atahualpa, durante el entretiempo del cotejo entre Independiente del Valle y River Plate. Foto: Juan Cevallos/ API
Marcador electrónico del estadio Olímpico Atahualpa, durante el primer tiempo del cotejo entre Independiente del Valle y River Plate. Foto: Juan Carlos Narváez/ EL COMERCIO
Los jugadores de River Plate previo al inicio del cotejo ante Independiente del Valle en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Andrés D’Alessandro (izq.) de River Plate despeja el balón ante la marca de José Angulo (der) del Independiente del Valle durante el partido de los octavos de final de la Copa Libertadores jugado en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Marcelo Gallardo (tercero desde la izq.) DT de River Plate durante el minuto de silencio previo al partido entre Independiente del Valle y River Plate. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Andrés D’Alessandro (der.) pelea el balón con Junior Sornoza (izq.) durante el partido de los octavos de final de la Copa Libertadores jugado en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Marcador electrónico del estadio Olímpico Atahualpa, durante el segundo tiempo del cotejo entre Independiente del Valle y River Plate. Foto: Juan Ruiz/ API
Los aficionados que asistieron al estadio Olímpico Atahualpa, enseñaron carteles en solidaridad a las víctimas del terremoto que azotó las provincias de Manabí y Esmeraldas. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Los aficionados que asistieron al estadio Olímpico Atahualpa, encendieron sus teléfonos móviles durante el segundo tiempo del cotejo entre Independiente del Valle y River Plate. Foto: Juan Cevallos/ API
Los aficionados de River Plate llegaron hasta la general norte del estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Los jugadores del Independiente del Valle celebran el gol de José Angulo, el primero de Independiente del Valle ante River Plate durante el cotejo entre Independiente del Valle y River Plate. Foto: API
Los jugadores del River Plate saltaron al campo de juego del estadio Olímpico Atahualpa portando un cartel con la leyenda “Fuerza Ecuador”. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Luis Ayala (6) del Independiente del Valle remata el balón ante la marca de un zaguero de River Plate mientras el DT Marcelo Gallardo observa la acción, durante el partido de los octavos de final de la Copa Libertadores jugado en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
Junior Sornoza celebra el segundo gol anotado al River Plate durante el cotejo entre Independiente del Valle y River Plate. Foto: Juan Ruiz/API
Arturo Mina (3) del Independiente del Valle se eleva dentro del área de River Plate para rematar al arco de Marcelo Barovero de River Plate. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
El Atahualpa enmudeció en el minuto de silencio que se guardó en memoria de los 700 fallecidos por el terremoto. Hay quienes miraron al cielo, otros cerraron los ojos y susurraron una oración. Hubo lágrimas que se derramaron, otras que murieron al nacer. Fue un minuto de estremecimientos.
Luego llegaron los cánticos, como el ‘Sí se puede’ que lo patentó la Selección Nacional en su camino mundialista. El jueves, la afición lo cantó y lo repitió, porque en la cancha había 11 jugadores que hicieron todo lo posible y tumbaron al campeón de la
Copa Libertadores.
River Plate se llevó dos goles de Ecuador. Uno que vino desde
Esmeraldas (José Angulo) y el otro de Manabí (Junior Sornoza), las dos provincias más golpeadas por el terremoto. Al final del partido, las lucitas de los celulares titilaron en todos los graderíos, la pantalla humana despidió a sus jugadores en una noche brillante de solidaridad. En una noche donde nivel de emociones causó un mayor impacto del 7,8 que generó destrozos la costa ecuatoriana.