La cama Montessori es ideal para bebés de 6 meses en adelante. Se colocan protectores tubulares alrededor para más seguridad. Foto: Cortesía Crisa Deco Design
Un mobiliario transformable e inspirado en el método Montessori, ahora forma parte de la decoración de las estancias designadas para los más pequeños de la casa, como dormitorios, áreas de juego, de lectura, de arte y hasta de descanso.
Aquello significa que una cuna puede transformarse en cama de plaza y media o de dos plazas y durar hasta la adolescencia, o que un cambiador puede funcionar más adelante como un velador o escritorio. El diseño y nuevos usos dependerán de las necesidades de cada usuario, explica Ana Cristina Villalba, de Kids Space.
Con el método Montessori (modelo educativo que adapta el entorno de aprendizaje del niño a su nivel de desarrollo), los muebles están diseñados a la altura de los niños para brindarles autonomía y permitirles explorar su ambiente: desde las camas hasta los organizadores de juguetes. En el país hay empresas que además fabrican baúles y percheros a medida.
Este mobiliario, por ejemplo, es el más recomendado para los infantes de hasta 2 años. Para ellos hay camas bajas -ubicadas a 20 cm. del suelo- dotadas con protectores tubulares para prevenir caídas. También columpios para bebés de hasta 3 meses.
Este tipo de mobiliario brinda autonomía a los pequeños de la casa. Foto: Cortesía Kids Space
Las camas bajas, según la diseñadora gráfica industrial Betsy Herrera, son ideales para niños a partir de los 6 meses y pueden personalizarse según los gustos de los padres o tonos que marquen tendencia.
Su recomendación, sin embargo, es optar por tonos neutros, pues son los más combinables. El toque de color estará dado por las cortinas, apliques, ropa de cama, alfombras y hasta por los juguetes. La cama baja puede durar entre 12 y 13 años.
Para la elaboración del mobiliario infantil se recurre a diferentes tipos de materiales, pero sobre todo a la madera sólida y a lacas y pinturas libres de químicos, pues en la etapa de la dentición los bebés suelen morder hasta las barras que rodean las cunas.
Estas habitaciones se complementan con juegos para ejercitar la motricidad de los niños: hay puentes, barras, pistas de gateo, espejos irrompibles, cubos sensoriales y más.
Las cunas modernas se transforman en camas de hasta dos plazas.
La clave para que la habitación sea confortable e invite al descanso es seleccionar correctamente el diseño del mobiliario y colores. La diseñadora María Fernanda Jácome recomienda el uso de azul, amarillo o verde pastel para decorar las habitaciones. Colores como el naranja distraen. Por eso lo sugiere para áreas de juego, que podrían estar integradas a la habitación, pero delimitadas para que el niño diferencie los espacios.
Más adelante, las habitaciones se pueden decorar en función de los gustos del pequeño. Actualmente hay interés por integrar a personajes de ficción, cuenta Betsy Herrera, de Crisa Deco Design.