La Ordenanza nro. 213 del Municipio de Quito, y en la página de internet de la Corpaire, establecen que todo vehículo está obligado a ser revisado en los centros de revisión de la Corpaire, para estar autorizado a circular por las calles de Quito y el DM, y en caso contrario será multado.
Esta ordenanza ya ha sido cuestionada por violar el derecho constitucional de todos los ecuatorianos a la libre circulación por todo el territorio nacional. Así, un vehículo liviano de uso particular (automóvil, camioneta, 4×4), que está legalmente matriculado en cualquier cantón del país donde resida el propietario, fuera del Distrito Metropolitano de Quito, y que por razones de turismo (para visitar Quito; para hacer compras, pues los mejores centros comerciales están en Quito; para recibir atención médica, pues los mejores hospitales, clínicas, están en la capital; para hacer uso del aeropuerto Mariscal Sucre, que es de todos los ecuatorianos; para visitar a familiares).
Al aplicarse la ordenanza, serán multados por no tener el sello de revisado de la Corpaire. En esta situación, de manera respetuosa, me permito solicitar a las autoridades del Municipio, y en particular al alcalde Barrera, que realicen de forma permanente un anuncio en televisión, prensa, radio, con el siguiente texto: “Todo vehículo liviano de uso particular (automóvil, camioneta, 4×4), de todos los cantones del país, fuera del DM de Quito, que por motivo de turismo, ingresen a Quito y su DM, serán multados de acuerdo a la Ordenanza 213, por no tener el sello de revisado de la Corpaire”.
Así, los turistas que deseen viajar a Quito conocerán por anticipado, de cómo serán recibidos por las autoridades del Municipio.
Que diferente solución sería que en el Municipio de Quito “cambien de concepto” y se convierta en pionero al instalar “escuelas públicas de conducción de vehículos”, con el propósito de dar instrucción y entrenamiento para formar al “conductor civilizado”, pues así se enfrentaría al 95% de las causas de accidentes.