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La realidad ecuatoriana

La evolución en el trato a las personas con discapacidad o condición limitante ha sido objeto de creación de nombres uno más disparatado que otro.

En la primera ley se los llamó minusválidos; después discapacitados, luego con discapacidad; posteriormente, con capacidades reducidas, y, por último, un pequeño mix entre personas con discapacidad y personas con condición limitante.

Pero la realidad que produce la integración de este tipo de personas está llena de defectos, no precisamente producidos por el grado de discapacidad que posean; sino por una conformidad única, olvidando también que el derecho de ellos termina cuando empieza el derecho de los demás.

Ser una persona con discapacidad no es dar lástima. No es pedir y pedir ni mucho menos exigir. Es ser mejores cada día, educarse, trabajar, ser cultos. Es ser eficiente, es dar calidad no cantidad.

Así como tienen derechos también tienen obligaciones que cumplir como todos nosotros. Ser discapacitado es ser independiente y no dependiente a otra persona. No es creerse con el derecho de ser intocables, no es ser vagos, maleducados, vulgares y sin cultura al contrario es ganarse el respeto y la admiración de los demás sin necesidad de sentir compasión de ellos.

Reconozco que los discapacitados son objeto de tratos humillantes. Sin embargo, si al aspecto laboral nos referimos a las labores desempeñadas por las personas con discapacidad están obligatoriamente sujetas a estándares de calidad, eficiencia y productividad; no podemos pretender pensar que exigirle a un discapacitado que cumpla con su trabajo o decirle que lo haga mejor es satisfacer los anhelos privados de los contratantes. Si pensamos de esta manera nunca van a servir para tener un empleo decente enmarcado dentro de los estándares normales.

Incluir no significa hacer una excepción, sino sumar. Y si de trabajo hablamos no debe importarnos si esta función es desempeñada por una persona con discapacidad o no. La labor debe ser desempeñada de tal manera que no se note si lo hizo una persona con capacidades especiales o no.