Para alcanzar el buen vivir la producción debe crecer más que sus necesidades internas, sus excedentes nos ayudarían a adquirir los productos que tenemos que importar, al ser colocados en el exterior. Una mayor producción se obtiene con una buena y estable política fiscal, permitiendo que la población cuente con más recursos para emprender en una gran variedad de actividades afines y que las empresas puedan crecer y abaratar sus costos, poniendo sus productos al alcance de todas las familias. Impuestos permanentes y claros permiten la creación y crecimiento de bienes de capital y producción y más plazas de trabajo. La Ley de Control de Poder y Regulación del Mercado debe garantizar las diferentes actividades para que sean complementarias entre sí y alcancen una mayor producción. Por el contrario, una redistribución disminuiría la poca producción que tenemos.