El poema del BUEN VIVIR

Este fin de semana aprovechando el feriado pude visitar una hacienda donde me llamó la atención un poema pintado en el rincón una pared y que creo que vale la pena que todos, empezando por quienes ejercen alguna autoridad, lo llevemos de una manera práctica a nuestras diarias acciones, para que en realidad podamos tener el Buen Vivir tan anhelado.

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
Donde haya odio, que yo lleve el amor, /donde haya ofensa, que yo lleve el perdón, /donde haya discordia, que yo lleve la unión, /donde haya duda, que yo lleve la fe, / donde haya error, que yo lleve la verdad, / donde haya desesperación, que yo lleve la esperanza, / donde haya tristeza, que yo lleve la alegría, /donde haya tiniebla, que yo lleve la luz.
Oh, maestro, haz que yo nunca busque/ ser consolado, sino consolar, /ser comprendido, sino comprender, / ser amado, sino yo amar.
Porque es dando como se recibe, es perdonando, como se es perdonado...

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