La Asociación de Editores de Periódicos ha dejado claro que injuriar a una autoridad ya no es delito, pues la figura del desacato, usada para condenar a 4 periodistas de El Universo es ya una figura anacrónica derogada en Ecuador por la Constitución de Montecristi.
Este rezago de regímenes autoritarios legaliza la impunidad al impedir la rendición de cuentas por parte de los mandatarios. Las normas universales de derechos humanos prevelecen sobre las soberanías de los estados, según lo ratifica la Constitución vigente. Por tanto, no se puede sancionar de forma retroactiva un acto que al momento de cometerse no estaba tipificado como “delito”.