La novel provincia de Santa Elena tiene una economía que se debe mucho al turismo, pero cuando sale un comunicado de prensa en los periódicos, en la televisión y radios donde las autoridades declaran alerta naranja, se está previniendo algo pero cuáles son los parámetros en que se basa esta alerta, señores. Les recuerdo que el Ecuador adolece de control en cuanto a desastres que tengan que ver con el mar sean estos tsunamis, maremotos, huracanes.
Los países más grandes quienes sí tienes satélites y boyas de medición por todas partes del planeta nos han dado siempre la voz de alerta en cuanto algo se nos viene, previniéndonos.
Recuerdo hace varios años en que la prensa internacional daba la noticia de que una tormenta de vientos norte afectaría a las costas de Ecuador los medios locales buscaron a la institución oficial del clima para que dé su versión, ellos no dieron por sentado que tal sucedería; esa noche un viento norte, como no tengo memoria de otros tiempos, sopló de manera que los techos de las casa salieron volando, los árboles más grandes amanecieron tirados en el piso, las enormes vallas de publicidad tapaban el tránsito en las calles y lo más dramático es que varios buque-tanques que transportan petróleo fueron arrastrados con todo y su ancla hasta la orilla de las playas de La Libertad.
Se pudo haber producido un derrame de petróleo lo cual hubiese sido una verdadera catástrofe. Otra vez nuestros medios locales fueron en busca del pronunciamiento de los gurús del clima y estos no dieron ni la cara, cerrándoles las puertas a las cámaras y periodistas.
¡Ya basta de burlas señores estamos en una acontecimiento que viene sucediendo desde que el planeta se creó y seguirá así mientras Dios lo quiera! No me parece tener que hacer tanta alharaca y alborotar el gallinero. ¿Acaso necesitan distraer la atención ciudadana?