Problemática urbana
El centro de discusión de la problemática urbana en sus diversas interpretaciones y manifestaciones sitúa a la urbanización, a la movilidad y el transporte —consustancial al crecimiento urbano— como fenómenos que derivan a grandes impactos ambientales que afectan a nuestros ecosistemas, al desarrollo humano y a la calidad de vida de los habitantes. Abordar el desarrollo urbano no es simplemente analizarla desde una óptica a escala ciudad mediante la planeación urbana que regule los usos de suelo, sino desde una escala territorial que aborde la fenomenología demográfica y migratoria de la ruralidad, que dan origen a nuevos asentamientos irregulares.
La problemática actual de las ciudades es el crecimiento orgánico que va produciendo un ensanche en la estructura urbana que sobrepasa los límites administrativos, dando como resultado una ciudad laxa, dispersa, segregada, y disfuncional. Uno de los factores de la urbanización, es la escasa política en los espacios rurales donde el Estado no llega con inversión pública y programas que fortalezcan la economía rural, generando que la población emigre hacia los centros urbanos con mayor desarrollo económico y mejores condiciones de habitabilidad. Estos fenómenos arrastran un serie de problemas socioeconómicos que modifican la estructura socioespacial con nuevos tejidos urbanos de autoconstrucción, formando suburbios que se adaptan a la situación morfológica y geográfica sin regulación y control territorial; esta forma orgánica o espontanea de asentamientos, conlleva a vivir a condiciones de precariedad, marginalidad y hacinamiento habitacional, configurando los cinturones de pobreza o zonas periurbanas o urbanas marginales, que en la mayoría de los casos se asientan en zonas de riesgos, exponiéndose a cualquier tipo de vulnerabilidad.
La ciudad extendida o laxa a la que se hace referencia a ese crecimiento orgánico, es insostenible, por cuanto, al tener mayor desplazamiento se incrementa los problemas de transporte, movilidad y falta de dotación de bienes y servicios públicos de sanidad, conllevando al detrimento de la calidad de vida los ciudadanos. Algunas ciudades apuestan por solucionar los problemas de tránsito vehicular incorporando más vías, ampliando mas calles, pero al final terminan agudizando y caotizando el tránsito vehicular. Como decía Lewis Munford: “aumentar el número de carriles para reducir la cogestión vehicular es como aflojar el cinturón para solucionar el sobre peso”.
Las políticas en materia de movilidad, deben de estar enfocadas a reducir el uso de vehículo particular y promover la movilidad activa y el transporte público de calidad; modificar los patrones de movilidad actual, tambien implican recuperar porcentajes de vías para tener más espacios públicos y renaturizarlos. La innovación en los procesos de desarrollo juega un papel transcendental para resolver todo el entramado urbano y las relaciones entre el espacio social y natural, espacio urbano y rural, en que la ciencia y la tecnología deben orientarse al desarrollo de nuevas prácticas urbanas. Con el paradigma de la “Ciudad de los 15 minutos”, lo planificadores urbanos configuran estrategias hacia un modelo urbano más humano, que responda a las demandas actuales que aproximen los bienes y servicios a la gente, para consolidar una ciudad compacta, policéntrica y sostenible. Reinventar la ciudad requiere una visión holística, humana y consecuente con el medioambiente.
Vicente Mera Molina
Más Control Totalitario a pretexto de las mascotas
Maquillan sus oscuras intenciones, ejemplo: “revolución ciudadana de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”. ¿Dizque participación libre y autoridades sin corrupción? Y persiguieron a quienes piensan distinto, impusieron Ley Mordaza y hay impunidad y saqueo nunca visto desde 1830. Y la U. de Bienestar Animal con el registro de mascotas dice que, “no habrá más perros y gatos en las calles”. Y será todo lo contrario, los quiteños no acogerán animalitos abandonados o en adopción ante el control con multa de $450, ¿por no registrar un hámster? ¿Ilegal e inconsulta ordenanza que, no respeta el derecho a la privacidad y economía familiar? Pueden normar en lo público. “Es claro que, es un control a los barrios de clase media y alta”. En los sectores periféricos tienen varios perros para su protección “sueltos en la calle” y no los registrarán. Tienen para su alimentación y comercio cuyes y gallinas, no pagarán la multa y esimposible su registro y control. “¿Saben que, el problema no son los de casa sino los de la calle”? Los gatos no están sueltos, andan de casa en casa, encerrarlos sería un crimen. A los ciudadanos los acosan y gravan altas multas. ¿Pero a la delincuencia mano y sanciones suaves? Para los animalitos abandonados deben crearalbergues y esterilizarlos para ofrecerlos a las familias. ¿O los sacrificarán? Mientras hay problemas graves en Quito: el funcionamiento del Metro impuesto que, consumió millones para soluciones de barrios sin agua y alcantarillado, quebradas abandonadas con peligro inminente, seguridad ante la delincuencia y vacunadores violentos que hacen que se cierren negocios y no se vuelvan a abrir, permisos engorrosos y multas altas para emprendimientos y negocios, abandono total del Centro Histórico, prostitución, mendigos y migrantes que viven en las calles, varios en los semáforos no son limpiadores de vidrios sino asaltantes; pésimo transporte, falta de UPCs, volcanes en calles y avenidas, basura en calles y parques abandonados donde niños, jóvenes y adultos no pueden hacer deporte y caminar; deforestación e invasión del Bosque Protector de la ciudad, valles y P. Metropolitano; sanción a las personas que no recogen los popos de los perros en veredas y parques, etc. Cuatro administraciones regresivas (¿viene la quinta?): Barrera, Rodas (el mejor comensal de Carondelet), Yunda y Guarderas.
Juan Carlos Cobo Rueda