La composición, clave de la industria musical
La canción, ese hilo cósmico de inspiración al que pocas personas acceden, es la clave de la industria musical. Hay canciones que alegran el espíritu, que nos acercan a lo divino, y por eso el trabajo de los autores y compositores debe ser valorado. Hace poco escuché decir de un conocido cantante de música popular que él paga, por canción, “máximo cincuenta dólares”, una ridiculez, considerando que ese cantante cobra por un concierto, armado con canciones suyas y de otros autores y compositores varios miles, sin contar que muchos artistas ‘ licencian’ las canciones a perpetuidad. El Ministerio de Cultura debe seguir facilitando procesos para fomentar la producción de nueva música nacional, ayudando a evitar exponerlos a estas vergonzosas propuestas. Otro tema que debe ser revisado es el valor del voto en las sociedades de autores y compositores. No cabe que el voto de un compositor que “suena” valga 25 (veinticinco) votos, contra “uno” de quien no. Esa injusticia debe rectificarse.
Diego Fabián Valdivieso Anda
Por fin quiere tratarse la grave situación del IESS
Lastimosamente, todo en el País se ha convertido en tema político, prostituyendo o al menos postergando decisiones inaplazables. Que la Asamblea Nacional actúe así, no es novedad, porque es un organismo político y eso no puede sorprender a nadie medianamente informado.
Pero no pueden manejarse así las decisiones de organismos colegiados como los Municipios, los Consejos Provinciales y las Juntas Parroquiales; y, hasta los directorios de la empresas públicas, porque si bien algunos de sus miembros fueron elegidos por votación popular, es un error seguir pensando en función de los intereses del grupo al que pertenecen, porque ya nombrados pasan a representar a la provincia, el cantón o la parroquia y deben independizar sus decisiones de los comités políticos, para defender intereses generales y ya no de grupo.
Por el antecedente señalado, temas tan importantes como los proyectos de leyes emergentes presentados por el Presidente Lasso a la Corte Constitucional, son tratados como que no existe urgencia económica, aunque ésta sea motivo de preocupación diaria no solo para el Gobierno, sino para toda la ciudadanía, excepto para tal Dependencia.
En el caso de los graves desajustes del IESS, los cuales estarían amenazando su existencia y las futuras afectaciones a sus afiliados y pensionistas, un dirigente averigua que: cuál es la urgencia de querer tratar sus problemas con tanto apuro?. Cuando eso, según él, puede quedar para que el próximo Gobierno lo resuelva, criterio con el que, lastimosamente, se quiere “solucionar difiriendo” todas las necesidades de hoy.
En el caso del IESS, lo que es necesario es establecer con anterioridad a cualquier cambio financiero que se proponga: reglas claras para despolitizar el sistema; concretar mecanismos de buena administración y auditoría; y, establecer beneficios que estén debidamente financiados, dejando la determinación de responsabilidades y sanciones a los organismos judiciales, por respeto a las otras Funciones del Estado.
Iván Escobar Cisneros