Un Gobierno, sin un plan de desarrollo y apoyo para Co-administrar al sector agropecuario a través del MAG, es un Régimen incompleto. El agro seguiría sin ninguna política de apoyo, y críticas de todo orden con días muy difíciles para la agricultura y en especial para el pequeño agricultor desprovisto de todo, se irán acrecentando día tras día.
En efecto, esta ambigua dicotomía ha generado por más de un lustro un combate a dentelladas entre el agro y el MAG causándole severos perjuicios a la economía. Dicho esto, es imprescindible difundir desde ya, cuáles serán los planes a favor del agro antes de ser Gobierno, de esa manera, el agricultor y el ganadero, podrían proyectar de antemano hacia donde deberán dirigir sus esfuerzos, para que con los medios disponibles en oferta, logren superar sus limitaciones, solo así, existiría una relación próspera y productiva.
Ahora bien, lo irónico de la realidad es que dentro del bureau de asesores de casi todos los candidatos, solo prevalecen economistas, abogados y asesores políticos (ilusionistas), pero ningún experto agropecuario es humanamente imposible ser sensible con lo que el sector demanda y solo se bosquejan temas o corolarios vanos que necesitan precisar objetivos y metas reales, y que puedan ser debidamente financiadas desde el vamos del nuevo Gobierno. El lector casual y el agricultor especialmente, saben que lo mencionado anteriormente es un imperativo, pero debemos estar todos muy conscientes que no será un acto de magia, será un proceso de cambio paulatino frente a los graves problemas que subyacen en nuestro sector agropecuario, pero eso si esperamos con ansias, que sea una política de Estado seria, firme y sostenida en el tiempo y no solo algo efímero, pero en lo que si debemos todos coincidir, es priorizar la terminación, operación y desarrollo de esos proyectos hidro agrícolas inconclusos como el proyecto multipropósito DauVin y otros que generarán riqueza y un nuevo despertar.