Cuando hace pocos meses observé en la Plaza de la Independencia, que alrededor del monumento a los héroes habían instalado 7 vallas y 21 postes metálicos para sostenerlas, estuve seguro que pronto las retirarían, pues imaginé que tan peregrina idea no perduraría. Me equivoqué, allí permanecen, avasallando todo lo que tenga que ver con solemnidad y estética. Los textos en castellano e inglés, referentes a patrimonio intangible, arquitectura monumental y menor, ciudad patrimonial y arqueología, impresos sobre horrendas vallas, pueden editarse en trípticos, tamaño A4, bien diseñados, en varios idiomas, para los turistas. Alguien debe ordenar el retiro de tamañas vallas de la Plaza, antes de que cualquier publicista genial obtenga autorización para anunciar marcas de cigarrillos y toallas sanitarias en la patrimonial plaza, o algún habilidoso instale un quiosco de shawarma. ¡Por favor, es la Plaza Mayor de Quito!