Abuso de algunos conductores
Hace algunos días tuve la necesidad de ir a Quito al Hospital Andrade Marín. Para regresar debía acceder a los buses de la línea Sta. Rosa-Vicentina, pero los conductores en su mayoría no respetaban la parada en la 18 de Septiembre y av. América. Y cuando lo hacían era en el carril central con el consiguiente riesgo.
Lo más grave sucedió el 14 de mayo con el bus de placas PAO 748 (331- 2275), que no paró, situación corroborada por algunas personas que se encontraban allí. Dos personas aprovechamos el semáforo en rojo y que la puerta posterior estaba abierta para intentar subir. Al observar que lo hacíamos, el conductor y el ayudante trataron de cerrar la puerta, quedándonos atrapadas y golpeadas. Posteriormente, en la parada del Hospital Militar se bajaron todos quedándome sola por lo que el conductor decidió no terminar el recorrido. No hubo reclamo que valga.
Espero que esta denuncia sea tomada en cuenta por alguna autoridad municipal. En todo el recorrido no hubo agentes de tránsito, con excepción de la 6 de Diciembre y Patria. Además, con los tres o cuatro números telefónicos de Movilidad que pude conseguir fue imposible comunicarme. Sugiero que a estos conductores se les enseñe elementales reglas de cortesía, que utilicen el carril derecho, respeten las paradas indicadas y, sobre todo, que eviten los correteos.