Nicolás Maduro reiteró que no entregará el poder a la oposición mayoritaria, a la que llama “oligarquía fascista“, que le planteó una negociación luego de las elecciones del 28 de julio.
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“No le vamos a entregar las riquezas de esta patria al imperialismo. No le vamos a entregar a esta oligarquía fascista el poder político en este país”, dijo el mandatario. También se refirió a la crisis desatada luego de los comicios, que incluyó protestas y operativos policiales que se saldan con 25 muertos y más de 2 400 detenidos, según fuentes estatales.
En esta reunión con las altas autoridades de las instituciones del Estado, Maduro reiteró sus acusaciones contra el candidato presidencial opositor, Edmundo González, y la líder antichavista María Corina Machado, quienes denunciaron que hubo fraude en las elecciones.
Dijo que ambos líderes -que se mantienen bajo resguardo- están escondidos y huidos.
“¿Dónde están los que planificaron, los que llamaron a la violencia y después la reivindicaron en las redes sociales? Que asuman su responsabilidad”, prosiguió el jefe de Estado. Pidió a la Justicia “mayor celeridad, eficiencia y mano de hierro frente al crimen”.
Reiteró que los autores intelectuales y financistas de las protestas poselectorales -algunas devenidas en hechos de violencia- “tienen que ir a la cárcel”.
CNE y el ataque cibernético
El CNE, que señala sufrir un ataque cibernético el día de las votaciones, aún no publica los resultados desagregados que confirmen la victoria de Maduro -contrariando su propio reglamento-, un silencio que fue cuestionado por numerosos países.
Por su parte, la PUD publicó en una página web el “83,5 %” de las actas electorales que confirman, según el antichavismo, que González ganó las presidenciales por un amplio margen.