Bogotá, el transgénero va a la pasarela

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Dennis Rodríguez P. Corresponsal en Bogotá

Marinela Simons desfila por la pasarela, bajo la luz de los reflectores y de una avalancha de flashes y la mirada de unos 700 espectadores. Primero luce prendas de tejido de punto y luego pantalones de dril y tacones altos.

Más adelante, es el turno de Andrea Castañeda. Lleva un vestido corto con encajes. Después, un chaleco y pantalones de dril. Marinela Simons es, en realidad, el nombre artístico de Juan Carlos Vargas, una transgénero de 24 años y propietaria de la peluquería bogotana Stars. Al igual que Andrea, quien labora en la producción teatral, debuta como modelo en Bogotrans, el desfile de modas que se realiza en Bogotá con la participación de 12 hombres que han recurrido a cirugías y/o a un tratamiento hormonal para modelar sus cuerpos hacia la feminidad.

El Bogotrans, el primer Fashion Week Transgéneros, fue este año uno de los números destacados del programa de la III Semana Internacional de la Moda, que se realizó en Corferias, el mayor recinto ferial de la capital colombiana. Se trata del más importante escaparate de las confecciones, del calzado y los artículos de cuero de este país y que este año recibió a 12 000 visitantes. ¿Qué hay detrás del estreno en el modelaje de 12 transgéneros? Tiene un propósito integrador, explica Mariela Barragán, funcionaria de la Secretaría de Distrito de la Alcaldía Mayor de Bogotá, que patrocina el Bogotrans.

En primer lugar, dice, se pretende ‘visibilizar’ a los transgéneros e impulsar la inclusión social y laboral de este segmento de la población. Además, presenta los trabajos de jóvenes diseñadores de la Facultad de Diseño de Modas de la Fundación Universitaria del Área Andina, quienes confeccionan las prendas que exhiben las modelos.

Barragán recuerda también que el Polo Democrático Alternativo (PDA), la organización política a la que ella y el alcalde mayor de Bogotá, Samuel Moreno, pertenecen, ha hecho de la capital una ciudad más ‘amigable’ con la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT). Y un ejemplo de ello es el auspicio dado al Bogotrans. Otro es el Polo de Rosa, un grupo que apoya políticas en favor de las minorías sexuales de Colombia y que integra el PDA. De la relativa aceptación de las minorías sexuales en Bogotá también constituye ejemplo Blanca Inés Durán, miembro del PDA y alcaldesa del distrito bogotano de Chapinero, uno de los más tradicionales de la ciudad, La mujer, una reconocida activista, impulsa el matrimonio homosexual. Ella misma, en una ceremonia pública, selló su unión civil, con Catalina Villa.

Melissa Gómez, especialista en temas de género, descubre un tercer objetivo: el Bogotrans “saca a la luz, quiérase o no, lo que se puede llamar estética transgenerista”. Está convencida de que el Fashion Week Transgenerista pone en evidencia “un mercado inexplorado”, en alusión a las necesidades específicas que tienen las mujeres atrapadas en cuerpos de hombres para comprar ropa, cosméticos... Simons y Castañeda admiten que en promedio destinan 2 millones de pesos al mes (unos USD 1 000) a las compras de vestimenta y perfumería. Un par de zapatos para una transgénero fluctúa entre USD 100 y 150.

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