La ciudad colombiana de Cali levantará este domingo, 27 de octubre de 2042, el telón de la COP16, que reunirá a representantes de más de 190 países hasta el 1 de noviembre. El objetivo es resolver la tarea que tiene pendiente el mundo de proteger la biodiversidad.
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La apertura ceremonial, el domingo, tendrá la asistencia del presidente colombiano, Gustavo Petro, y los debates comenzarán el lunes, día en que Colombia asumirá la presidencia de la reunión.
Comunidades afro y campesinas
De hecho, Colombia busca que esta sea “la COP de la gente” y centró sus esfuerzos en que los indígenas, las comunidades afro y campesinas, las mujeres y otros colectivos tengan un papel protagónico en la cumbre.
El lema de la reunión es ‘Paz con la naturaleza‘, bajo la premisa de que “la naturaleza nos hace la última advertencia para detener esta guerra suicida. Bosques arrasados, tráfico de animales, minería ilegal, especies extintas, ríos y mares contaminados. Todos estamos llamados a la acción y tenemos la oportunidad de ser parte del cambio”.
La agenda
El foco de la agenda estará puesto en la implementación del Marco Kunming-Montreal, aprobado en la COP15 celebrada en Canadá, cuyo objetivo principal es proteger el 30 % del planeta. Incluye áreas terrestres, marinas y de agua dulce, y la restauración del 30 % de los ecosistemas degradados.
El Gobierno colombiano hizo un amplio despliegue para esta reunión, que el presidente Petro considera “el primer gran evento internacional” que se celebra en el país. Se espera que asistan hasta 10 jefes de Estado y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Estas dos semanas serán la culminación de meses en los que Colombia volcó sus esfuerzos en situar la conversación sobre la biodiversidad en el centro de la opinión pública, con multitud de eventos previos que abrieron el camino para la COP16. Sin embargo, no se espera que la cita arroje resultados trascendentales.
Se trata más bien de una cumbre de seguimiento a los objetivos adoptados por los países, una especie de evaluación de lo avanzado y de lo que queda por hacer, así como la materialización de mecanismos para lograr esas metas.
La seguridad en Cali
El Gobierno reafirmó en los últimos meses que la seguridad de la cumbre está garantizada, pero este viernes el presidente Petro confesó: “Nerviosos estamos todos para que no pase nada malo”.
El Valle del Cauca es vecino del departamento del Cauca, bastión del Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, que intensificó sus acciones en la zona tras el desencuentro que a principios de año lo llevó a levantarse de la negociación de paz que tenía con el Gobierno.
Para garantizar la seguridad en Cali y sus alrededores, el Gobierno desplegó una amplia operación militar y policial a la que se sumará la Policía de la ONU, que custodiará la Zona Azul.