Bolívar tras la Batalla de Pichincha: 'Ya toda nuestra hermosa Patria es libre'

El plan genial de Bolívar, a la vez que político y militar, era el de interponerse entre Pasto y Quito. Foto: Wikipedia

Posterior a la batalla de Boyacá, ocurrida el 7 de agosto de 1819 que permitió la independencia de Nueva Granada, creció el afán independentista de los demás pueblos localizados al sur del virreinato y el resto de países del sur de Colombia.

El sueño de Bolívar era liberar a Quito y luego al Perú, pero graves eran los obstáculos que se presentaban, sobre todo por los problemas ocasionados al interior del gobierno de Colombia que no facilitaban las acciones; sin embargo, Bolívar tenía el férreo deseo de superar todo inconveniente. Sin embargo, la resistencia de los habitantes de Pasto era un nudo gordiano que se presentaba a su consideración y alrededor de él veía con clarividencia las grandes cuestiones que influirían en los destinos de América.

El plan genial de Bolívar, a la vez que político y militar, era el de interponerse entre Pasto y Quito, y si era posible llegar a tiempo a la “batalla de Quito” que estaría a cargo de Sucre; sin embargo, la oposición de Pasto era formidable y no había manera de cruzar ese territorio, por cuanto las tropas realistas se habían fortalecido en la región con el apoyo inclaudicable de los habitantes de la región que “eran más realistas que el propio Rey”; sin embargo, Bolívar estaba decidido a vencer este obstáculo, por lo cual en varias escaramuzas el comportamiento de las tropas de Colombia fue más que brillante, heroico en el más alto grado; pelearon en las circunstancias más adversas. Forzar la posición española del centro no era solamente una temeridad, sino un suicidio. Jefes y soldados sabían que iban a una muerte segura y afrontaron el peligro sin trepidar. Así cayeron casi todos los comandantes de asalto que entraron en el combate de Bomboná junto a las abruptas peñas del río Juanambú que rodeaban a la actual capital departamental de Nariño, hasta el punto de que el batallón Bogotá quedó destruido y Vargas poco menos que aniquilado, pero con la satisfacción del triunfo heroico.

Luego de este crucial acto de guerra efectuado el 7 de abril de 1822, en donde Bolívar venció a Basilio García, quien para completar su desazón, recibió la noticia por parte del coronel Joaquín German, Comandante General Interino del Reino, que Sucre había vencido en Pichincha el 24 de mayo, lo cual permitía a Bolívar avanzar hasta Pasto para luego seguir a Quito. La entrada del Libertador a esa urbe ocurrió el 8 de junio de 1822, para luego exclamar. “Ya toda nuestra hermosa Patria es libre. Las victorias de Bomboná y Pichincha han completado la obra de vuestro heroísmo. Desde las riberas del Orinoco hasta los Andes del Perú, el Ejercito Libertador, marchando en triunfo, ha cubierto con sus armas protectoras toda la extensión de Colombia".

El 16 de junio de 1822, Bolívar hizo su ingreso a la capital de la Audiencia. Allí le esperaba Manuela Sáenz, quien su Diario de Quito”, escribe: “Cuando se acercaba el paso de nuestro balcón, tomé la corona de rosas y ramitas de laureles y la arrojé para que cayera al frente del caballo de S.E.; pero con tal suerte que fue a parar con toda la fuerza de la caída a la casaca, junto en el pecho de S.E (su excelencia). Me ruboricé de la vergüenza, pues el Libertador alzó su mirada y me descubrió aún con los brazos estirados en tal acto, pero S.E. se sonrió y me hizo un saludo con el sombrero pavonado que traía a las manos”.

Una confusión frecuente es sobre la participación de Simón Bolívar en la #BatallaDePichincha. ¿Estuvo o no el 'Libertador' presente ese #24DeMayo? » https://bit.ly/3PFIH5l

Posted by El Comercio on Tuesday, May 24, 2022

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