Podcast EL COMERCIO Violeta: Mil abusos sexuales menos se detectaron por el cierre de escuelas

Imagen referencial. El docente es uno de los funcionarios a los que acuden las niñas que son víctimas de violencia. Foto: Pixabay.
La emergencia sanitaria por el covid-19 frenó la posibilidad de que se identifique cuando una niña vive violencia. 1 000 abusos sexuales menos se detectaron por el cierre de las escuelas, en comparación con años prepandemia, de acuerdo con datos del Ministerio de Educación.
Entre marzo y diciembre del 2019 las instituciones educativas identificaron 1 837 casos que ocurren en entornos familiares y comunitarios de estudiantes. Y en el mismo período del 2020 fueron 698, señaló Diana Castellanos, subsecretaria para la Innovación Educativa y el Buen Vivir.
Entre enero del 2014 y octubre del 2021, el Ministerio de Educación registra que en las instituciones educativas se han detectado 12 754 casos de violencia sexual. El mayor porcentaje de víctimas (88,6%) está compuesto por mujeres. Además, el 67% de casos ocurrió fuera de los establecimientos y fue detectado por estos. Y un 33% de hechos ha sido cometido por actores que se encuentran en el interior de los planteles.
Castellanos señala que esto evidencia la importancia de la escuela como un lugar seguro en el que las estudiantes encuentran la posibilidad de denunciar la violencia que han vivido.
Este jueves 25 de noviembre es el Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Con ese motivo se realiza el podcast EL COMERCIO VIOLETA, para abordar temas relacionados con la fecha. El tercer episodio explica el papel de las instituciones educativas para identificar cuando una niña sufre o ha sufrido violencia.
Tres entornos protectores para las niñas
La escuela es uno de los tres ámbitos de protección de las niñas, que deben ser fortalecidos y cuidados, indica Juan Enrique Quiñónez, representante a cargo de Unicef Ecuador. Además, están el hogar y la comunidad.
Quiñónez señala que la evidencia internacional demuestra que las niñas que sufren violencia tienen cambios de comportamiento, visibles para las personas con quienes conviven día a día. "Cuando una niña es víctima, puede haber sido alegre, buena estudiante, y de repente cambia, se vuelve retraída, violenta, no presta atención. Ahí está la importancia de la escuela como entorno protector para que, quien detecte esos cambios, actúe de inmediato".
En ese proceso, el representante de Unicef señala que se debe evitar la revictimización de las niñas. ¿Cómo? No pidiéndoles que cuenten su historia una y otra vez. También, agrega que es importante que el personal de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) esté capacitado para que sepan qué hacer en estos casos.
Lo primero es la contención emocional y luego el proceso de denuncia, señala. "Es importante salvaguardar salud física y mental de las víctimas de violencia. Hay que buscar en el círculo familiar a alguna persona que pueda servir de apoyo en el proceso de recuperación y restauración de derechos".
Además, Quiñónez sostiene que las instituciones educativas no pueden hacerse cargo de todo el proceso. Necesitan apoyo de otras instancias del Estado para las acciones psicosociales más profundas y para la reparación integral, dice.