La nueva torre de Tokio, la Skytree, ofrecerá un espectáculo aún más sublime desde los 450 metros del suelo, donde está ubicado el mirador más alto, donde también funcionará un restaurante.
La torre completa, hasta el tope de la antena, alcanza los 634 metros, lo que la convierte en la estructura de acero autosustentada más alta del mundo y, también, la torre de comunicaciones de mayor altura. El título de la estructura más alta del mundo lo ostenta el edificio Burj Khalifa (ex Burj Dubái) en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, con 807 metros.
La torre Árbol del cielo se localiza a unos seis kilómetros al nororiente del centro de Tokio.
El sector no fue elegido porque fuera un terreno más seguro que otro, sino simplemente por un concurso, explicó a El Mercurio de Chile Satoru Nagase, ingeniero estructural de la compañía Nikken Sekkei, responsable del diseño de la estructura.
“Hubo varios sitios candidatos para instalarla y se desarrolló una competencia para elegir la mejor localización. Una de las razones principales por las que se eligió el lugar es que recibió el apoyo de la comunidad”.
En Nikken Sekkei destacan que la Skytree, que comenzó a construirse en 2008, está diseñada para resistir grandes terremotos y fuertes vientos.
Ya pasó su prueba de fuego el 11 de marzo del año pasado. La obra gruesa estaba terminada y la estructura resistió sin problemas el cataclismo que azotó al país.
Nagase destaca que la Skytree es una estructura con control de vibración. Esto significa que tiene un núcleo cilíndrico de concreto, reforzado en el centro, que está aislado del acero periférico. La parte superior de la columna central está hecha para actuar como contrapeso.
Según los ingenieros de Nikken Sekkei, esta tecnología puede reducir el impacto de un terremoto en un 40% y se basa en las clásicas pagodas de cinco pisos del Japón tradicional, las cuales nunca se han caído en los terremotos, lo que se atribuye a que cuentan también con una columna central aislada, la misma que atenúa la vibración.
El complejo incluye, además, un edificio de 31 pisos de los cuales los siete primeros corresponden a un mall, el Tokio Solomachi, que busca generar también un nuevo polo de atracción comercial en la ciudad. El acceso está garantizado por una estación de metro y otra de tren.
Se espera que convoque anualmente a 3 millones de personas. La torre de Tokio actual recibe 2,6 millones de visitantes cada año.