Algunos cerramientos perimetrales son de rejas metálicas y hormigón. Están pintados con colores blanco y dorado; otros son rústicos, en forma de murallas hechas con ladrillos.
Una extensa jardinería ofrece un aspecto agradable a las 10 quintas construidas en la vía Tabiazo-Vuelta Larga, sur de la ciudad de Esmeraldas. Hay otras cinco en construcción.
Esta zona es considerada de expansión urbana rural del cantón. La tranquilidad que se siente por estar rodeada de una espesa vegetación y cerca de la cuenca del Teaone atrajo el interés de ciudadanos comunes.
Las quintas tienen una sala , un estar, comedor, vestíbulo, sala de juego, estudio con amplias bibliotecas, y están construidas con estructura de hormigón armado y paredes de bloque.
Sus diseños son contemporáneos y priorizan las cubiertas con pendientes fuertes, tipo españolas o norteamericanas, para permitir que agua lluvia ruede y no se estanque. Los diseñadores y constructores son de Esmeraldas y Quito.
Se privilegian los espacios amplios y ventilados en salas y cuartos; eso puede hacerse porque las casas van de 500 a 900 m², incluidos los lotes.
Las quintas tienen una combinación de madera y vidrio en puertas y ventanales. Eso permite captar la luz natural y el aire fresco del sector. Eso juega con los colores claros que se evidencian en la mayoría de los inmuebles.
En los pisos se utilizaron mármol y cerámica nacional hasta de USD 26 el m². Algunas poseen lámparas importadas de España, de estilo gótico.
Las cocinas son amplias y tienen estufas empotradas, al igual que los anaqueles. Cuentan con cisternas propias para el abastecimiento de agua.
A diferencia de otras construcciones que cuentan con repisas hechas con MDF, se privilegia el uso de la madera como caoba o dormilón para los estantes. Dan mayor elegancia.
Los constructores, como David Sánchez, se cuidan de usar madera que esté prohibida por el tema ambiental.
El promedio de cuartos varía entre cuatro y cinco habitaciones. El diseñador Villaúl Muñoz dice que el costo de una casa, como esta, depende del área de construcción y de los materiales usados.
Las quintas en esa zona están valoradas entre los USD 350 000 y 500 000.
Generalmente los dueños de estas construcciones son esmeraldeños que migraron al extranjero y ganaderos de la localidad, quienes han invertido parte de sus ganancias en estas casas lujosas.