Esta ilustración muestra a una supernova y al estallido de rayos gamma asociado desencadenado por un magnetar. Foto: EFE
Los resultados de este estudio están publicados en la revista Nature y muestran que la explosión de supernova no fue provocada por decaimiento radiactivo, como se esperaba, sino que fue generada por los campos magnéticos superfuertes en decaimiento que rodean a un objeto ‘exótico’ llamado magnetar.
Las observaciones se han llevado a cabo desde telescopios La Silla y Paranal del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Los estallidos de rayos gamma (en inglés GRB) son uno de los resultados asociados a las explosiones más grandes que tienen lugar desde el Big Bang, según ESO.
Se detectan utilizando telescopios en órbita, sensibles a este tipo de radiación de gran energía que no puede penetrar la atmósfera de la Tierra, y luego se observan en longitudes de onda más largas por otros telescopios desde el espacio y desde tierra. Solo duran unos segundos, pero en casos raros los rayos gamma siguen durante horas.
Uno de estos estallidos de rayos gamma de ultra larga duración fue captado por el satélite Swift el 9 de diciembre de 2011, denominándolo GRB 111209A. Era el GRB más largo y más brillante observado.
A medida que el resplandor de esta explosión fue desvaneciéndose, fue estudiado utilizando los instrumentos GROND y X-shooter (instalado en el Very Large Telescope (VLT), en Paranal).
Se halló la clara huella dejada por una supernova, más tarde bautizada como SN 2011 kl. “Es la primera vez que se descubre una relación entre una supernova y un GRB de muy larga duración”.
Jochen Greiner, autor principal del nuevo artículo e investigador en el Instituto Max-Planck (Alemania) señaló: “Dado que un estallido de rayos gamma de larga duración se produce solo una vez cada 10 000-100 000 supernovas, la estrella que explotó debe ser especial por algún motivo”.
Los astrónomos habían asumido que estos GRB provenían de estrellas muy masivas y que marcaban el inicio de la formación de un agujero negro. Pero Greiner indicó que las nuevas observaciones de la supernova SN 2011 kl, hallada tras el GRB 111209A, “están cambiando este paradigma de los GRB de ultra larga duración”.
La única explicación a las observaciones de la supernova que siguió al GRB 111209A era que esta estaba siendo alimentada por un magnetar, una estrella de neutrones pequeña que gira cientos de veces por segundo y que posee un campo magnético mucho más fuerte que el de las estrellas de neutrones normales.
Los magnetares son, probablemente, los objetos más fuertemente magnetizados del universo conocido. Paolo Mazzali, coautor del estudio, apuntó que “los nuevos resultados proporcionan pruebas convincentes de una relación entre los GRB, las supernovas muy brillantes y los magnetares”.