El Palaffitte es un hotel cinco estrellas ubicado en Suiza. 24 de sus 40 suites están sobre el agua. Fotografía tomada de www.overwaterbungalows.net
Aunque el Hotel Palafitte abrió sus puertas en la primavera de 2002, se mantiene como uno de los íconos de la arquitectura hotelera mundial de todos los tiempos gracias a su arquitectura, estética y funcionalidad.
De hecho, desde ese tiempo hasta la actualidad ha recibido algunas adecuaciones y rehabilitaciones que lo han mantenido como uno de los hoteles cinco estrellas más visitados del último lustro en el mundo.
El hotel está situado a orillas del lago de Neuchatel en Monruz, Suiza. Cuenta con 40 pabellones exclusivos, con 120 camas.
Algunos están construidos en la orilla del lago; otros, levantados sobre pilotes, realmente en el lago.
El hotel fue desarrollado como una empresa conjunta entre la Fundación de la Familia Sandoz, los hoteleros Ecole de Lausanne (EHL) y Siemens, y se presentó oficialmente en el marco de la Expo Nacional de Suiza ‘02. La inversión total supera los USD 20 millones, explica el portal https://www.designcontract.eu/
El Palafitte es un hotel de estilo pabellón que combina una arquitectura inusual, tecnología de última generación y el servicio al cliente personalizado. La participación de Siemens incorporó sistemas de comunicación y de gestión de edificios de última tecnología, por lo que Palafitte está a la vanguardia en sistemas inteligentes de control, seguridad y procesamiento de datos.
El Palafitte cuenta con un sistema de gestión de los servicios de energía y construcción integrados Visionik, que controla todos los aspectos de la gestión de la infraestructura del hotel. Este sistema interconecta con el sistema de control de incendios AlgoRex; el de control de acceso CerPass y los climatizadores, explica https://www.hotelmanagement.-network.com/
Interruptores y sensores individuales -ubicados en todo el hotel para iluminación, calefacción y aire acondicionado- están vinculados entre sí por hilo o enlace de radio a través de Instabus Siemens.
El diseño del hotel se produjo como parte de una colaboración entre el arquitecto Kurt Hoffman y sus estudiantes del Lausanne Hotel School. Solo tenía que estar abierto por seis meses, pero está claro que fue construido para quedarse.
24 pabellones están directamente sobre el lago y cuentan con una terraza privada con acceso directo al lago. Los 16 restantes están ubicados junto al lago; todos tienen una terraza privada, algunas con acceso directo al lago. Todas las suites, 68 m² de superficie, pueden alojar hasta tres personas.
Todas las suites poseen, asimismo, un rincón de oficina y un baño con hidromasaje y ducha.