Una de las características de la variante Delta, cuya presencia se confirmó en el país el pasado lunes, sería su rápida capacidad de contagio, a diferencia de las otras cepas de Sars-Cov-2 que circulan en el país.
Daniel Simancas, epidemiólogo de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), señala que la principal característica de esta nueva cepa es una mutación en la espiga de la unión, lo que facilita que el virus ingrese en el cuerpo humano.
Además, el monitoreo de esta nueva mutación que se ha realizado en Europa indica que los jóvenes serían los más afectados por esta variable.
Simancas sostiene que el virus puede ser más transmisible en espacios cerrados y que “solo unos segundos sin mascarilla junto a una persona infectada” serían suficientes para contagiarse.
El epidemiólogo indica que los síntomas respiratorios que produce la nueva variante son más dominantes que los que producen cepas como Alfa o Beta, aunque con sutiles diferencias. Estas cepas llegaron al país en abril de este año.
Por ejemplo, causa más dolor de cabeza, más secreción nasal y existen menos probabilidades de que exista pérdida del olfato y gusto. También pueden producir una severa inflamación en el organismo, que podría llevar a la muerte del paciente.
Mario Chiong, profesor del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, asegura que la sintomatología distinta podría hacer que el nivel de detección del virus sea más difícil.
La tasa de transmisibilidad de este virus sería 60% mayor a la inglesa y 50% más infecciosa que a cepa originada en Wuhan, China.
Según un estudio de la Universidad de las Américas (UDLA), las tres vacunas que se aplican en Ecuador garantizarían una efectividad mayor al 90% para evitar muertes, incluso con la nueva variante