Un sistema que junta al crossfit con pilates

Este movimiento se enfoca en los músculos internos del ‘core’. También trabajan los brazos

Este movimiento se enfoca en los músculos internos del ‘core’. También trabajan los brazos

Este movimiento se enfoca en los músculos internos del ‘core’. También trabajan los brazos. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Un novedoso y prometedor sistema de entrenamiento empieza a sonar en el país. Se trata del crosspilates. En España se lo practica desde el 2019, con la guía de su creadora Miriam Carles-Tolrà, fisioterapista y exregatista de élite.

En Ecuador, Gabriela Mendoza, entrenadora profesional, es una de las encargadas de impartir las bases de esta alternativa para activar al cuerpo dentro de casa. Trabaja con grupos de hasta ocho personas y de diferentes edades.

Como su nombre lo indica, el crosspilates nace de la combinación del crossfit y del pilates. Ambas disciplinas están entre las favoritas de muchos deportistas por sus múltiples beneficios para la salud y porque, para practicarlas correctamente, se requiere de un mínimo de implementos.

Con el ejercicio de fuerza se activan todos los músculos del cuerpo en una sola sesión, a diferencia del trabajo con pesas. Además, con la práctica diaria las personas ganan fuerza y resistencia, y mejoran su equilibrio y coordinación.

El método pilates, en cambio, ayuda a corregir posturas, clave para evitar lesiones o dolores musculares.Muchos de esos se producen, según el médico deportólogo Celio Romero, por malas posiciones o por posturas repetidas durante las horas de teletrabajo o clases virtuales.

Los movimientos de este ejercicio se centran en el fortalecimiento de los músculos, sobre todo del centro dentro del cuerpo: zonas abdominal y lumbar, y oblicuos. El pilates también aporta flexibilidad, reduciendo así el riesgo de fracturas tras una caída.

La clase de crosspilates dura 55 minutos y, como el resto, se inicia con un calentamiento. En ese tiempo se alternan ejercicios dinámicos y exigentes para llevar al límite a cada uno de los músculos. Cada movimiento –explica Gabriela Mendoza- respeta la técnica adecuada: espalda recta, rodillas alineadas.

Añade que todos los ejercicios pueden modificarse para adaptar el entrenamiento a las necesidades de cada participante. Por eso se trata de un sistema apto para jóvenes, adultos y hasta para personas de la tercera edad.

Por lo general, se trabaja con una colchoneta o esterilla, pesas rusas, rodillos. Entre los ejercicios se destacan las sentadillas, las tijeras, las flexiones y los ‘burpees’.

La creadora española sugiere practicar crosspilates hasta tres veces a la semana, pues los músculos también necesitan descansar para desarrollarse.

En caso de ejecutarlo entre una y dos veces a la semana, se recomienda la práctica de otras disciplinas. Es vital el ejercicio cardiovascular: trotar, saltar o trabajar con máquinas estáticas, explica Patricia Pachón, entrenadora funcional y de yoga.

La clave para mantener un estilo de vida saludable consiste en activarse todos los días, por entre 30 y 45 minutos, y en llevar un plan de alimentación equilibrado. Esa es la sugerencia de deportólogos y de instituciones como la Organización Mundial de la Salud.

Dependiendo que la dieta que mantenga cada participante, el crosspilates también es una buena alternativa para aumentar masa muscular progresivamente.

Las personas pueden apuntarse a estas clases sin necesidad de conocer las bases de las disciplinas que forman parte de este tipo de rutinas. El monitor certificado está capacitado para dirigir un encuentro desde cero. Se debe seguir una dieta balanceada.