Vista del del Soyuz TMA-15M, experimento que se acopló al módulo Rassvet desde noviembre de 2014. Foto: NASA/ AFP
La industria espacial rusa respiró aliviada este 18 de mayo después de que la nave Progress acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS) lograra encender sus motores y corregir la órbita de la plataforma, tres días después de lo previsto.
“En la noche del domingo 17 de mayo al lunes, la órbita de la ISS fue corregida con éxito”, informó la agencia espacial Roscosmos a los medios rusos, tras dos incidentes el fin de semana que habían puesto en duda la fiabilidad de la industria espacial rusa.
La nave Progress M-26M, acoplada al módulo Zvezda, logró corregir la órbita de la ISS, colocándola a la altura deseada, lo que permitirá el regreso a la Tierra de tres tripulantes en junio.
Esta maniobra debía haber sido completada la noche del 15 de mayo pero tuvo que ser anulada después de que los operadores rusos no lograran encender los motores de la nave.
Horas después, Rusia anunció que había “perdido” un satélite mexicano de telecomunicaciones, al producirse un fallo en el lanzamiento del cohete portador.
El fallo en el lanzamiento del cohete que portaba el satélite de telecomunicaciones implicó que el sistema, con varias toneladas de combustible tóxico, cayera en la región de Chita, en Siberia, aunque la mayor parte se desintegró en la atmósfera.
El viceprimer ministro ruso, Dimitri Medvedev, exigió el 16 de mayo explicaciones al jefe de Roscosmos, Igor Komanov, dando a entender que podría haber despidos y prometiendo que los culpables pagarán los errores “de su propio bolsillo”.
‘Una crisis sistémica’
Las autoridades pusieron en marcha una comisión de investigación, que se desplazó al lugar de fabricación del motor fallido, en Voronej, en el centro del país.
“Este accidente es la consecuencia de una crisis sistémica de la industria” espacial, denunció en un comunicado el viceprimer ministro ruso, Dimitri Rogozin, que prometió reformas firmes y dijo que el Gobierno impulsará un proyecto de ley que será estudiado el 19 de mayo por la Duma.
“Ya no tenemos derecho al error”, añadió Rogozin, quien anunció que no se volverán a lanzar cohetes Proton hasta que se conozcan las conclusiones de la comisión de investigación.
En 2014 Rusia ya había despedido al director de la agencia espacial tras varios fracasos.
Estos fallos se producen menos de un mes después de que los operadores rusos perdieran el control del carguero espacial no tripulado Progress, que cayó a Tierra y se desintegró en la atmósfera.
La pérdida de esta nave, que costó casi 500 millones de euros (USD 572 millones), constituye un duro golpe para la industria espacial rusa, un sector estratégico que históricamente ha sido un orgullo para el país.
Esta nave debía acercarse a la ISS para abastecerla y su colapso obligó a retrasar el retorno a la Tierra de tres astronautas, el ruso Anton Shkaplerov, el estadounidense Terry Virts y la italiana Samantha Cristoforetti.
Actualmente Rusia reforma su programa espacial, pero los expertos afirman que esta reestructuración va a tardar años ya que no hay una generación de recambio para reemplazar a los especialistas de la era soviética.
“Durante 20 años, el sector no ha sido financiado y el personal no ha sido entrenado”, explicó a la agencia Ria Novosti el parlamentario Valeri Gartung, que encabeza la comisión que se encarga del programa espacial.