El robot limpiavidrios hace su trabajo en zigzag ayudado de un par de mopas que se lavan cada 30 horas de uso. Fotos: Jenny Navarro / EL COMERCIO
Las tareas del hogar se han empezado a robotizar. El presidente ejecutivo de Home Plus, Paúl Lafuente, explica que desde diciembre pasado introdujeron al mercado robots de limpieza EVA, diseñados en Taiwán.
Estos aparatos se encargan de limpiar pisos y ventanas de la casa o de las oficinas, por sí solos. Es decir, que no necesitan de la intervención humana para trabajar (autómatas).
El sistema de funcionamiento es muy fácil: plug (conecte) and play (active). Al presionar un simple botón -su propietario- aliviana los quehaceres. Incluso puede olvidarse hasta de recargar a sus ‘ayudantes’, ya que al descender la batería, el robot rastrea la estación de carga y se acerca automáticamente.
La aspiradora de pisos (forma circular) es ideal para alfombras, madera, cerámica, entre otros. Tiene una función para remover manchas y otra de aspiración y limpieza.
El equipo consta de un ventilador, que succiona el polvo levantado por dos cepillos. Esos residuos se almacenan en una bolsa, que debe ser evacuada semanalmente.
En la parte posterior posee una mopa para recoger partículas más finas.
El tiempo de duración de la carga dependerá de la velocidad de limpieza. La más lenta requiere menos energía, pero es más minuciosa. Por lo general, la batería, que se reemplaza cada año y medio, rinde dos horas de trabajo.
Otra innovación es la inclusión de un control remoto que, aparte de ponerlos a funcionar, permite programar días y horas de la semana en que se activan los aparatos.
Las escaleras y paredes tampoco son una limitante, porque los 20 sensores laterales e inferiores evitan accidentes según La Fuente.
A diferencia, el robot limpiavidrios (apariencia cilíndrica) realiza un solo tipo de aseo. Al activarlo empieza a trabajar en zigzag, con ayuda de sus mopas. Estas deben lavarse cada 30 horas de uso.
Ambos accesorios se comercializan en todo el país, a través de la web, por USD 380.